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Borbolla reta al "jefe" de los guerristas a dar la cara y a que "no mande recaderos"

Lourdes Lucio

El ex presidente de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla retó ayer el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, a dar la cara y a desvelar si es el "presunto cabeza de filas" de una facción del partido, en referencia al sector guerrista. De la Borbolla, sin pelos en la lengua, animó al responsable directo de su retirada temporal de la política a pedir formalmente la creación de una corriente de opinión en el PSOE y a decir por sí mismo lo que piensa. "Que no mande recaderos", le aconsejó.

De la Borbolla dijo lo que muchos renovadores opinan pero ninguno dice, incluido el secretario regional del PSOE andaluz, Manuel Chaves, quien ayer se limitó a reclamar que "se baje el tono de las declaraciones". El anterior jefe del Gobierno andaluz ha vuelto a la primera fila de la política al presentarse como candidato a la presidencia del PSOE de Sevilla en el congreso provincial del 8 de octubre, formando tándem con Carmen Hermosín, que repite a la secretaría general.Ambos dirigentes pidieron a Guerra que "desautorice" a los que invocan su nombre y utilizan la etiqueta guerrista "para hacer una actividad que no va en pro de los intereses del partido", dijo Hermosín. Borbolla insistió en esta idea pero de una forma mucho más contundente e irónica: "El presunto cabeza de filas de un sector es militante de la agrupación de Sevilla y yo no sé por qué tenemos que pensar que Alfonso Guerra está en minoría en Sevilla. No sé por qué tienen que ponerlo en esa situación". Borbolla se refería de esta forma a la guerra de cifras de los dos sectores en cuanto al número de compromisarios obtenidos por cada grupo para el congreso provincial.

Los renovadores afirman que han logrado "el setenta y tantos por ciento" de los apoyos de toda la provincia, mientras que los guerristas subrayan los resultados de Sevilla capital en donde han vencido en cinco de las nueve agrupaciones.

El ex presidente andaluz, que fue durante 10 años secretario regional del PSOE, desligó el futuro de las posibles negociaciones que se entablen en la agrupación sevillana para llegar a un acuerdo a lo que ocurre en otras provincias andaluzas: "No tenemos solidaridad de facción con A o B de Huelva o Málaga, sino de partido", afirmó en referencia a la suspensión del acuerdo en Granada por el conflicto en el PSOE de Huelva. En otro momento reprochó a Guerra, aunque esta vez sin citarlo, a que "juegue a ser iglesia y secta al mismo tiempo. No se puede aceptar un partido que sean dos partidos. Quien quiera ser fracción que lo sea y corra el riesgo de serlo".,

Hermosín, por su parte, aseguró que se sentará a negociar con el sector guerrista, que ha presentado como candidato al diputado provincial Manuel Copete, a lo que Borbolla apostilló: "Si se han reunido con el presunto jefe y dicen que ha dicho esto pues que lo diga el jefe, que no nos mande recaderos".

Del lado guerrista, también se sucedieron las declaraciones. El secretario del PSOE de Málaga y portavoz del denominado Grupo de Antequera, Carlos Sanjuán, dijo que no recordaba en la historia del PSOE un solo caso de anulación de un congreso provincial, "porque eso es algo tremendamente grave". Sanjuán, en manifestaciones a la Cadena SER, culpó a los renovadores de los males del partido y de impugar los congresos en donde no ganan. "Entró una moda que se llamó renovación, que quería cambiarlo todo y lo único que quitó fueron las buenas costumbres tradicionales en el PSOE", señaló, informa Luis E.Siles.

Mientras, los güerristas de Huelva continúan atrincherados para ejercer todo tipo de presiones a fin de que el pleno de la ejecutiva federal, previsto para el lunes, no apruebe la propuesta del secretario federal de Organización, Cipriá Ciscar, de anular por irregularidades el congreso provincial onubense.

El secretario de Organización de Huelva, Tomás Seisdedos, sobre quien pesa una propuesta de sanción disciplinaria por falta grave, advirtió ayer que está dispuesto "a acudir ante los tribunales de justicia al defender su honor de militante socialista".

Los guerristas pretenden que los órganos superiores del partido sancionen a Javier Barrero, número uno de los renovadores de Huelva, y a Juan Ceada, alcalde de la capital onubense. Para ello han remitido a la comisión ejecutiva federal un detallado informe con una relación de supuestos "fraudes e irregularidades" cometidas por ambos dirigentes durante el proceso precongresual. "La actitud de Barrero es gravísima, quiere ser secretario provincial a toda costa y manipula las cosas sin escrúpulos", señaló Seisdedos.

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