¡HAGAN JUEGO!
El empresario español Francisco Recarey, más conocido en Río de Janeiro como Chico, ha acertado de nuevo: la ciudad tiene su primer bingo oficial por obra y gracia de este gallego, considerado uno de los reyes de la noche carioca. La novedad, en un país donde el juego es ilegal y no existen casinos, parece haber gustado al respetable. Durante las dos primeras semanas de existencia, el Scala recibió acerca de 1.500 jugadores cada día. Los cariocas pueden finalmente combinar las copas y los cartones del juego. Ante tal éxito, Recarey ya ha puesto en marcha otro bingo: el Kool Ibiza.El ejemplo ha cundido y los cartones van camino de convertirse en artículo de moda. La apertura de los bingos sólo ha sido posible gracias a una ley de patrocinio del deporte, que los obliga a estar vinculados a federaciones deportivas que participan de las ganancias. Aprovechando la buena tacha, más de 30 empresarios han presentado sus peticiones de licencia para la apertura de casas similares. Gritar "¡Bingo!" puede ser una de las sensaciones del próximo verano brasileño.-
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