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Eurodiputados socialistas presentan a Gil Robles para Defensor del Pueblo Europeo

El Gobierno y el Partido Popular (PP) han sido incapaces de lograr, a lo largo de casi cuatro semanas de negociación , un acuerdo sobre un candidato de consenso español a Defensor del Pueblo Europeo, ante lo cual el PSOE optó ayer por presentar en solitario la candidatura del jurista que ocupó un cargo similar en España, Álvaro Gil Robles.

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Avalado por las firmas de eurodiputados socialistas alemanes, daneses, italianos y, sobre todo, españoles, Gil-Robles se presentó ayer en Bruselas a Defensor del Pueblo Europeo, la víspera de cerrarse el plazo para la presentación de candidaturas para dirigir esa nueva institución creada por el Tratado de Maastricht.Los aspirantes al cargo, probablemente media docena, comparecerán el 5 y 6 de octubre ante la Comisión de Peticiones de la Eurocámara, que designará al que considere mejor candidato y lo sometará a la aprobación del pleno de noviembre para que empiece a ejercer el 1 de enero.

Jesús Cabezón, secretario general del subgrupo español del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, se mostró confiado en que, de aquí a principios de octubre, el respaldo a la candidatura de Gil-Robles trascienda a sus correligionarios. Cuenta con obtener en la comisión apoyos entre los ecologistas, Izquierda Unida y otros". "Confiamos incluso en que el representante del PNV tenga más en cuenta, a la hora de votar, factores españoles que no ideológicos", añadió.

Gil-Robles no logrará, en cambio, el apoyo del PP. El 28 de agosto el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, pidió en nombre del presidente de Gobierno, Felipe González, al líder popular, José María Aznar, su ayuda para que el primer Defensor del Pueblo Europeo sea un español. Desde entonces han mantenido contactos periódicos e incluso un desayuno de trabajo, el jueves 15, al que asistieron también los portavoces socialista y popular en el Congreso de los Diputados, Joaquín Almunia y Rodrigo Rato, respectivamente.

Aznar rechazó finalmente la solicitud de Solana. Alegó que en el Parlamento Europeo se otorgaban apoyos en función de las afinidades ideológicas y no en base a criterios nacionales, según aseguran fuentes de la presidencia del partido. En claro, el PP se ha comprometido a respaldar al candidato democristiano alemán, Siegbert Alber.

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Los populares esperan que cambio, cuando a mitad de legislatura se produzca un revelo en la presidencia de la Asamblea de Estrasburgo, los eurodiputados de la CDU / CSU alemana voten para presidente a un europarlamentario del PP, Abel Matutes o José María Gil-Robles, hermano de Álvaro Gil-Robles.

Los socialistas les contestaron que el cargo de Defensor no forma parte del tradicional reparto de puestos entre grupos parlamentarios sino que es una nueva institución que deserían ver dirigida por un español.

"Pensábamos que, cuando se trataba de una institución, los españoles debíamos superar nuestras divergencias ideológicas para hacer pifia en torno a un candidato cornún", explica Jesús Cabezón. "Así lo hicimos nosotros cuando el Gobierno socialista dio su apoyo a un conservador, Marcelino Oreja, para la secretaría general del Consejo de Europa o a un centrista, Federico Mayor Zaragoza, para la dirección de la Unesco", concluye.

En el entorno de Aznar se precisa que hay un segundo motivo para negarse a echar una mano a Solana. El PP supeditó su respaldo a lograr con el Gobierno un "pacto institucional" para renovar el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Universidades, el Consejo de Administración de RTVE y el Defensor del Pueblo español, para el que ha propuesto a José Antonio Martín Pallín.

El fracaso de la negociación entre Solana y Aznar ha quedado puesto de manifiesto por unas declaraciones de Federico Trillo, vicepresidente popular del Congreso, a Radio Nacional. Tras haberse mostrado hace días en Tele 5 partidario de alcanzar un consenso, Trillo arremetió ayer contra Gil-Robles.

"No tenemos", dijo Trillo, "una experiencia positiva de su mandato como Defensor del Pueblo [español], porque su último episodio fue defender la constitucionalidad de la ley Corcuera que yo ( ... ) impugné ante el Constitucional y éste declaró inconstitucional en lo relativo a la patada en la puerta". Gil-Robles, concluyó Trillo, "está invalidado, por lo menos durante un periodo, para volver a aspirar" a un cargo similar en Europa.

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