Los radicales iraníes consiguen prohibir las antenas parabólicas

El Parlamento iraní ha prohibido la importación, fabricación, comercialización y uso de antenas parabólicas de televisión, a fin combatir lo que los promotores de la ley describen como la "contaminación cultural" de Occidente. La decisión supone una clara victoria para los radicales. La votación en el Majlis se produjo el lunes, tras meses de encendido debate público entre los sectores moderados, que poseen y defienden sus antenas parabólicas, y los radicales, que atacan la influencia de la televisión extranjera con idéntico ardor con el que condenan el consumo de alcohol.La aplicación de la nueva ley va a ser difícil. Sólo en Teherán existen cerca de 20.000 antenas parabólicas. Entre los que ven frecuentemente programas extranjeros están altos funcionarios del Gobierno. Según fuentes solventes, el propio presidente, Alí Akbar Hachemi Raflanyani, exponente de la línea pragmática , es aficionado a los informativos extranjeros transmitidos por satélite. "El impacto de la televisión vía satélite equivale a una ocupación cultural. No podemos permanecer indiferentes ante ella", declaró el ministro de Cultura y Guía Islámica, Mustafá Mirsalim, uno de los promotores de la ley.

La policía comenzó hace meses a confiscar parabólicas, provocando airadas protestas del público iraní, harto de la tediosa programación de los canales estatales. La ley otorga un mes de plazo para el desmantelamiento de estas antenas, que cuestan un promedio de 80.000 pesetas. Los infractores serán castigados con una multa equivalente a 10 veces el valor de la parabólica.