Destituido el consejo del parque de atracciones Tibidabo

Grand Tibidabo ha revocado el consejo de administración de su filial Parque de Atracciones Tibidabo, asumiendo directamente el papel de administrador único de la sociedad. En el consejo figuraban algunos de los más estrechos colaboradores de Javier de la Rosa, que aún es el principal accionista de Grand Tibidabo, como su relaciones públicas, Alfredo Fraile y Narciso de Mir, su socio en Quail, sociedad a través de la cual el financiero realiza la mayoría de sus operaciones. También formaba parte Santiago Tomeo, hasta ahora una de las personas más próximas a De la Rosa.Grand Tibidabo se encuentra en una situación crítica después de los tres años de gestión de su principal accionista, Javier de la Rosa. Poco antes de la última junta de accionistas de Grand Tibidabo, en la que afloraron unas pérdidas brutas de 11.000 millones de pesetas, De la Rosa abandonó la presidencia de la sociedad y anunció la cesión de su paquete del 26% del capital para su amortización. Actualmente, el consejo de Grand Tibidabo está controlado por el nuevo presidente, Juan Cruells y el vicepresidente Emilio Cassinello, propuestos ambos por el propio De la Rosa en el momento de su marcha.

El consejo de Tibidabo estaba integrado, además de por los tres colaboradores de De la Rosa, por Juan Antonio Andreu, que ocupaba la presidencia y formaba parte de la familia fundadora del parque de atracciones de la montaña del Tibidabo de Barcelona, Juan Andreu y Alejandro Torrado, quien ocupaba el cargo de director gerente.

Según fuentes próximas a Grand Tibidabo, la revocación del consejo obedece a la política de reducción de costes y centralización de actividades de la sociedad. Sin embargo, tanto el Parque de Tibidabo como la propia Grand Tibidabo padecen problemas de liquidez y deben hacer frente a pagos relativamente importantes durante las próximas semanas.

Una de las salidas para el futuro de Grand Tibidabo es el recobro de las deudas de Javier de la Rosa con la sociedad, que ascienden a unos 3.300 millones de pesetas. Fuentes próximas al actual consejo de administración de Grand Tibidabo han asegurado que estas deudas están reconocidas y debidamente garantizadas y han negado que se vaya a proceder a su condonación. Sin embargo, el contenido del acuerdo de cesión de las acciones del financiero y el de reconocimiento de sus deudas no han sido hecho públicos aún.