Almunia pide explicaciones sobre la coordinadora guerrista

El presidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, cedió ayer a la tentación de preguntar a los guerristas los fines que perseguían al reunirse, al tiempo que les manifestó su extrañeza porque ese sector de diputados y senadores hayan elegido a una coordinadora cuando la única vigente es la que él preside, votada democráticamente hace dos semanas.El ex presidente del grupo, Eduardo Martín Toval, que preside la coordinadora paralela, recordó a Almunia las muchas reuniones de renovadores antes del anterior congreso sin que nadie de la anterior dirección, de mayoría guerrista, les llamara la atención. Alfonso Guerra, vicesecretario del PSOE, aseguró que todos los diputados tienen el derecho de presentar propuestas. "Desde la dirección del PSOE no habrá cortapisas".

Esta afirmación la hizo Guerra en la sede de UGT. Guerra tomó distancias y se co locó en el papel de vicesecretario general de todos. Después de asegurar que nadie cercenará el derecho de los parlamentarios a presentar propuestas para enriquecer la labor legislativa, precisó que otra cuestión será la de que esas aportaciones "sean aprobadas o no".

Estas manifestaciones las hacía un par de horas después de lo ocurrido en la reunión interna del Grupo Socialista. Según asistentes a esa reunión, después de analizar los temas legislativos para esta semana, Almunia entró en el asunto que planeaba desde el comienzo.

Los comentarios sobre la cena del pasado martes de una cincuentena de diputados y senadores guerristas, en la que incluso se eligió a una coordinadora, seguían siendo el trasfondo de la reunión.

Almunia afrontó el asunto señalando que iniciativas de ese tipo no favorecían, el objetivo del partido de intentar la cohesión y la unidad interna. Almunia explicó que había recibido llamadas de militantes del partido mostrando su malestar por la iniciativa guerrista.

Por último, Almunia pidió aclaraciones. El encargado de dárselas fue un antecesor en el cargo, Martín Toval. Las fuentes informantes aseguran que uno y otro mantuvieron un tono de guante blanco permitiéndose ciertas ironías muy acordes con la personalidad de estos dos políticos.

Antecedentes renovadores

Martín Toval tomó la última afirmación de Almunia en el sentido de que nunca antes había habido situaciones de ese tipo para refutarle. El ex presidente del grupo puso sobre la mesa todo el rosario de reuniones de dirigentes renovadores antes de que se celebrara el anterior congreso. Reuniones con nombres, como el de Grupo de las Navas; las convocadas sólo para renovadores por el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y alguna más del propio grupo. "Reuniones de diputados en las que se hablaba del poco tiempo que a mí me quedaba como presidente", rememoró sonriente Martín Toval.En todo caso, el ex presidente del Grupo Socialista dio garantías de que en absoluto se ponía en peligro la unidad de acción ni el voto común. "No se va a crear ni una tendencia ni una corriente, de las que no soy partidario; sólo se trata de dar cauce de participación a los compañeros que piensan de manera diferente" aseguran que dijo Martín Toval.

Almunia cerró el debate deseando que se cumpliera el objetivo de la unidad y la disciplina internas. El dirigente de la corriente Izquierda Socialista Manuel de la Rocha se puso en una línea equidistante, pero saludó gustoso la existencia de una somera organización guerrista y reprochó a Almunia sus alusiones a la disciplina y a la unidad.