Siete 'conejos de indias' para un experimento televisivo
La cadena musical MTV buscaba una alternativa a las teleseries juveniles enlatadas y dio. con El mundo real A diferencia de Meirose Place o Sensación de vivir las personas / personajes son sus propios guionistas. Siete jóvenes de 19 a 25 años conviven 24 horas al día durante cinco meses con cámaras y micrófonos. Primero fue en Nueva York, luego en Los Ángeles y San Francisco. MTV Europa (que llega a España vía satélite) ya ofreció los dos primeros docudramas y comenzó ayer a emitir The real world 3. La cita es en lunes (22.00), con repetición en domingo (18.00).
"¿Qué pasa cuando la gente deja de ser amable y comienza a ser auténtica?", se pregunta una voz. Y contesta una pintada en la pared: "Es El mundo real" Así empezó en 1992 un experimento televisivo que dura ya tres temporadas."¿Que ocurre cuando cuatro chicos y tres chicas se mudan a un piso de Manhattan para vivir juntos?", se preguntaron los, guionistas / productores de televisión Mary Ellis Bunini y Jon Murray. Y del laboratorio MTV salió The real world, un producto mitad docudrama mitad culebrón. Un vídeo verité, con imágenes y hechos a velocidad vertiginosa, pensado para los jóvenes consumidores de la cadena: la generación criada a los pechos electrónicos de la televisión. Sin embargo (como delatan las tres ediciones), los protagonistas de El mundo real no ven apenas televisión, ya que ocupan su tiempo en otras actividades.
Hay problemas domésticos propios de quienes comparten piso: "¿A quién le toca hoy lavar los platos. ¡tio, limpia el baño, que apesta!". Se discute sobre dinero, desempleo, racismo, sexo, salud, familia... Hay tensiones, celos personales y profesionales, pero también hay afectos.
Los conejitos de indias de MTV viven sus más íntimos secretos, vicios y virtudes con el ojo de la cámara siempre presente; los micros son una segunda piel. No hay puertas, salvo en el water. En la casa hay una sala de control con un montón de monitores y los técnicos van editando el material: cintas y cintas a diario. Aparte de los actos colectivos, cada real mundano tiene su momento aparte frente a la cámara (en el segundo show secreó una "sala de confesiones"). Se trata de lograr diferentes puntos de vista, pero siempre son siete: cuatro chicos y tres chicas y se mantiene otro denominador común: todos están relacionado, con la expresión artística. Al principio había predominio blanco, pero la tercera temporada llega con más corrección política en cuanto a variedad racial, sexual, religiosa e ideológica.
Si en 1992 hubo 2.000 candidatos, para el 94 hubo unos 25.000 aspirantes a grabar un trozo de su vida. Aunque la cotidianeidad norteamericana es omnipresente para el telespectador internacional, MTV Europa acaricia su propio proyecto de un mundo real del viejo continente, pero esa idea aún está lejos de materializarse.
El chico positivo
Pedro Zamora, de 22 años, es el hispano de El mundo real 3. Pero eso no es lo más destacado de este hijo de marielitos. Su paso por la serie ha hecho lidiar a todos, actores y productores, con la realidad del sida. A los 18 años supo que convivía con el virus. Trabajando en Florida como educador de sexo seguro, y terapeuta, llegó positivo a San Francisco, pero no todos sus compañeros de piso se manifestaron tan optimistas como él. Ahora el mundo real de Pedro está en el hospital.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.