Corrupción en Francia

Primero fue Italia; ahora le toca a Francia. El primer ministro francés, Edouard Balladur, ha nombrado esta semana a tres personas para que organicen una investigación sobre la corrupción en el mundo de la empresa. Ha actuado después de que una continua llovizna de escándalos se convirtiera en un aguacero que amenazaba con empañar la reputación de algunos de los más conspicuos directivos y empresas franceses. ( ... ) La respuesta habitual a estos escándalos -negarlos como afirmaciones aberrantes- apenas era posible. Por un lado, las cifras están contra esa estrategia: al menos cien prominentes hombres de negocios están sometidos a algún tipo de investigación criminal. Y, peor todavía, una reciente encuesta de Le Monde sugería que dos tercios de los directivos creían que el mundo empresarial francés estaba plagado de prácticas corruptas. ( ... )De forma inteligente, Balladur ha asignado a su comité anticorrupción una doble tarea: no sólo tiene que sugerir nuevas formas de combatir la corrupción, sino también mejores métodos para proteger los derechos de los inculpados. Los cínicos pueden interpretar que eso supone sugerir al comité que dificulte el encarcelamiento de los altos directivos empresariales. Sería una lástima que los cínicos tuvieran razón. ( ... ) Sin embargo, centrarse en los supuestos excesos de la justicia, y no en los delitos que investiga, sería confundir las cosas. ( ... )

17 de septiembre