El Madrid B ridiculiza al Rayo sin despeinarse
El Real Madrid le demostró ayer al Rayo Vallecano que, hoy por hoy, es el mejor equipo madrileño de la Segunda división. Y con diferencia. Los blancos saltaron al césped de La Peineta y pusieron en práctica el mejor método que se conoce para ganar: jugar bien al fútbol.Ocurre que el Real Madrid tiene un equipazo y el Rayo Vallecano tiene a Onésimo. El cuadro de Vallecas nació y murió en el minuto 10. Onésimo se olvidó de esa baldosa en la que, a veces, se empeña en jugar y corrió la banda. El centro que sacó al área fue perfecto. Rodríguez lo cazó al vuelo duro y arriba. La manopla de Valerio, el guardameta de los blancos, evitó el primer gol del partido y con ello mandó al Rayo al cementerio.
De ahí no se movió. El Madrid se puso a tocarla, como le gusta a Valdano. Su rival corría y corría. ¿Y la pelota? La llevaba uno de blanco. Llegó el primer gol y el Rayo empezó a oler a podrido. Vidal ha hecho un equipo para defender, y cuando le toca remontar parece descomponerse.
De lujo
Onésimo intenta aparecer. Pero ya lo hace con la baldosa bajo el pie. Por más que sus compañeros le buscan, y que él lo intenta, siempre aparece el rival, y el de ayer la juega que da gusto. Llegó el segundo gol, en una combinación de lujo. Y el tercero, rebosante de clase.
Los 8.000 espectadores que aparecieron por el estadio de la Comunidad acabaron jaleando cada acción del conjunto blanco y pensando que algo tiene que cambiar en el Rayo. Su historia y su presupuesto le sitúan como favorito para el ascenso. Pero deberá demostrarlo antes de que sus rivales de la categoría se den cuenta de que basta conjugar al fútbol para triturar al conjunto de Vallecas. Incluido Onésimo.
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