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Marruecos se contonea en Majadahonda

El grupo marroquí Nass Marrakech animo a sus compatriotas en la casa de la cultura de la localidad madrileña

Cuando las luces de la sala de actos de la casa de cultura de Majadahonda aún estaban encendidas, el público del concierto de Nass Marrakech estaba formado por españoles: progres de todas las edades, asiduos de la sala que no sabían muy bien a qué iban -era gratis-, tres japoneses y siete marroquíes. El resto, hasta completar el centenar de árabes que asistieron, llegaron cuando las luces estaban apagadas y ocuparon silenciosamente el anfiteatro. Los hombres en un lado, las mujeres y los niños en otro.

El grupo de música afromagrebí Nass Marrakech, derritió pronto la frialdad inicial de todos, y su actuación terminó con tres jóvenes marroquíes contoneándose sobre el escenario -puro erotismo- y el gallinero gritando baki, baki, baki -el equivalente al otra, otra español-.

La de anoche fue la primera actuación de Nass Marrakech en Madrid, y hoy será la última en el Círculo de Bellas Artes. El Ayuntamiento de Majadahonda ha incluido a este grupo en la programación de sus fiestas patronales para que las 600 familias marroquíes censadas en el municipio tuvieran una actividad específica. "Para que ellos disfruten de un reencuentro con su tierra y los españoles nos demos cuenta de que en su país dejan una gran cultura, que los conozcamos mejor", explicó la concejala de Cultura, Ana Fernández. Los dos objetivos se consiguieron.

Baile en el anfiteatro

Después de la primera media hora los jóvenes marroquíes comenzaron a bailar en el anfiteatro, las mujeres seguían el ritmo con palmas y los niños encontraban en el último rincón de su memoria los ritmos de sus padres, de una tierra que algunos no han conocido. Los españoles miraban hacia arriba y vibraban a la vez."Lo que más me ha gustado ha sido la participación de gran parte del público, se sentían en su tierra", aseguraba Francisca Sánchez, una de las asistentes. "Nunca los había visto participar en una actividad del Ayuntamiento", añadía su hija, Cristina. Ambas estaban de acuerdo sobre los contoneos, sólo movían sus caderas los hombres árabes y las mujeres españolas. Los tres espontáneos, insinuándose sobre el escenario, eran todo sensualidad.

Ennaij Mohamed, el portavoz del grupo, define su música como: "Pentatónica de cinco notas, música de percusión, ritmo, pero no un ritmo cuadrado, sino un ritmo que va alternando y tiene gran parte de improvisación". Ennaij, que toca la mandolina, no cree que la actuación de ayer fuese diferente e insiste en que conectan con todo el mundo a través del ritmo: "La primera media hora, normalmente la gente está fría, porque es el tiempo que emplean en conocer la música, una vez que conocen el ritmo comienzan a seguirlo. No es necesario que, haya marroquíes, hemos trabajado en España e Italia con 1.000 y 2.000 personas y ha funcionado".

La música de Nass Marrakech no es "de ningún lugar", según Ennaij, quien añade que "la gente interesada en la historia de la música dice que partió de la costa occidental subsahariana". En palabras del escritor Juan Goytisolo, "Nass Marrakech es uno de los mejores y más puros representantes de la tradición afromagrebí de los gnua [cofradías de negros que se formaron en Marruecos con las gentes traídas como esclavos a través de las grandes rutas de las caravanas] y preserva la tradición de los poemas bambara". Su música evoca el canto del muecín, las lilas (noches) del otro lado del Mediterráneo, ecos desconocidos que suenan, sin embargo, muy cercano.

Nass Marrakech hoy a las 21.30 en el Círculo de Bellas Artes. 2.000 pesetas.

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