Ybarra ataja una nueva crisis en el BBV al nombrar a Pedro Luis Uriarte como 'número dos'
Javier Gúrpide, vicepresidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), ha renunciado de las funciones ejecutivas que desempeñaba hasta la fecha. Esas tareas serán asumidas por Pedro Luis Uriarte, que pasa a ser consejero delegado de la entidad. Al nuevo número dos del BBV se le considera uno de los hombres de más confianza del presidente, Emilio Ybarra, quien ha podido diseñar una cúpula a su medida y poner fin a un nuevo episodio en la crisis provocada por las continuas bajas de altos cargos. El cambio será sometido al consejo de administración del BBV del 22 de septiembre.
La decisión de Gúrpide (conocido como el banquero poeta) supuso ayer un nuevo movimiento sísmico en el sector financiero, que todavía estaba digiriendo la renuncia el pasado lunes de Rodrigo Echenique como consejero delegado del Banco Santander. En el seno del BBV se espera que éste sea el cierre definitivo de la crisis que provocó la marcha de Alfredo Sáenz con varios ejecutivos a Banesto y, posteriormente, la de Ángel Corcóstegui al Central Hispano. También se fue del banco por aquellas fechas, aunque manteniendo un puesto en el consejo, José Antonio Sáenz de Azcúnaga. Los tres proceden del antiguo Banco Vizcaya.Los cargos de Sáenz, Corcóstegui y Sáenz de Azcúnaga, vicepresidente y consejeros directores generales, respectivamente, fueron suprimidos en los dos reajustes anteriores. En dicha reestructuración, Gúrpide recibió la mayor parte de las funciones que tenía Corcóstegui (tesorería y mercados de capitales, principalmente) además de las que ya tenía (participaciones industriales, riesgos, informática, banca al por menor y filiales, entre otras). Gúrpide controlaba en torno al 80% del banco, que ahora pasa a depender de Uriarte. Con la desaparición de los antiguos pesos pesados del Vizcaya, parecía que el BBV iniciaba una nueva etapa con una cúpula ajustada a la medida del presidente. Las tensiones, sin embargo, volvieron a aparecer y esta vez fue entre presidente y vicepresidente, ambos formados en el antiguo Bilbao bajo la tutela de José Ángel Sánchez Asiaín y de edad similar (en torno a los 55 años).
El punto de no retorno, al parecer, lo constituyó los contactos que mantuvo Gúrpide con los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer (los Albertos), a principios de verano. Esos contactos estaban encaminados a negociar la adquisición del Zaragozano (controlado por los Albertos) por parte del BBV para una posible fusión posterior con el Banco del Comercio, filial del banco vasco que presidía Gúrpide. Las negociaciones fueron rotundamente negadas por el BBV; pero afloraron las tensiones. Fuentes del banco aseguran que no creen que Gúrpide aspirara a ser presidente.
También se ha hablado de nombrar otro vicepresidente sin poder ejecutivo, miembro de las familias tradicionales del banco. En concreto, Pedro Luis Ampuero. Otro nombramiento barajado es del director general Santiago Bergareche como consejero. El relevo en la presidencia, según estatutos, debe producirse a los 60.
Uriarte, de 51 años, ha mantenido buenas relaciones con Ybarra y tiene buen cartel entre las familias. Ingresó en el antiguo Bilbao en 1973 y entre 1980 y 1984 fue consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco. En enero de 1990 fue nombrado consejero director general del BBV. Uriarte ha sido el responsable del BBV en las diferentes guerras comerciales que ha vivido el sector. Ayer el BBV elevó el hipotecón fijo al 11% y bajó al 7,50% el variable.
Con la existencia del puesto de consejero delegado, el BBV vuelve al modelo tradicional que tuvo tradicionalemnte el Banco Bilbao, en el que Ybarra, ocupó ese cargo con Sánchez Asiaín de presidente.
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