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Tribuna
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L'Argent

Monsieur Saccard, el factótum de la Banque Universelle de la novela de Zola L'Argent, lo pierde todo porque le falla en el momento preciso la confirmación telegráfica de Nueva York de una línea crediticia de 400 millones de francos para apoyar su operación especulativa en la Bolsa de París, en el siglo pasado. El señor Conde empieza a perderlo todo cuando sus socios de Nueva York, J.P. Morgan, deciden aplazar en noviembre pasado la emisión de 400 millones de dólares en bonos subordinados convertibles, para superar un déficit de recursos propios en Banesto, en julio de 1993, según consta en el folleto de emisión aprobado por el ex banquero y enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Saccard explica que todo es una traición de los poderosos y se marcha con cierta cantidad de dinero a Bruselas; Conde, con mucho dinero, escribe un libro en el que denuncia al Sistema por la intervención de Banesto y amenaza con próximas revelaciones. "Tiempo habrá..." declama.No parece que Conde, como Saccard, se limite a reunir a un grupo de incautos para sacarles dinero a fin de construir un gran dique y utilizar el proyecto para una nueva operación especulativa. En otros términos, Conde se ha lanzado a la política concebida como enredo. La electoral no es su "prioridad actual", según declaró ayer, pero es una afirmación obvia porque aún no hay elecciones a la vista. La historia de los 400 millones de dólares puede parecer técnica pero no lo es. Ayer el ex banquero dijo que al cabo de siete años "ni yo mismo sé qué es esa cosa esotérica de los recursos propios". Vamos a ver. En junio de 1993, Mario Conde y sus colaboradores admiten que su estructura de capital y reservas no es la adecuada por los problemas de Banesto (morosos, participaciones, y más cosas). Por ello se decide reforzar el capital del banco y J.P.Morgan diseña una operación de 95.000 millones de pesetas, por un lado, más un complemento de 400 millones de dólares en el plazo de un año.

La primera parte se cubre; la segunda, como se ha apuntado, queda aplazada cuando Morgan, según la carta que Dennis Weatherstone, presidente del banco norteamericano, envió al Congreso estadounidense, descubre problemas más serios en Banesto, entre otras cosas "irregularidades en los estados financieros de 1992". Conde hace como si no conociera la carta. Ayer, tras hablar maravillas de J.P.Morgan, cuando se le preguntó qué le parecía esa carta, respondió, no sin dificultad, lo siguiente: "Ya se lo puede imaginar, sobre todo cuando estuve con él [Weatherstonel el 23 de diciembre..."

Uno de los cargos que instruye el Banco de España contra Conde es el haber cometido presuntos actos fraudulentos en algunas operaciones. Una de ellas se refiere a la empresa Isolux. El grupo Euman, vinculado personalmente a Conde, tiene una sociedad instrumental llamada Valyser que obtuvo, entre ida y vuelta, unos 3.800 millones de beneficios por la compraventa del 40% de Isolux que salió de la Corporación Industrial en 1990 para volver a la misma dos años después.

Es interesante conocer cómo obtuvo el dinero Valyser para mantener su participación en Isolux: con una garantía de una sociedad personal de Mario Conde. Ayer, en la rueda de prensa, yo mismo entregué a Conde una copia de la carta de garantía de la citada empresa, Asebur Inversiones, que su abogado Mariano Gómez de Liaño presentó al Banco de Progreso el 22 de julio de 1991 para que se le concediera a Valyser 450 millones a fin de invertir en Isolux, en el proceso de fusión con otra compañía llamada Wat. Si Conde no tiene relación con Valyser,¿por qué su sociedad Asebur Inversiones garantizó a Valyser? "Existe esa garantía y fue entregada por mi abogado. Yo me enteré después. Pero el préstamo se devolvió..." respondió Conde tras leer la carta de garantía.

Ayer, tuve ocasión de decirle públicamente que no era cierta su afirmación de que el Banco de España había "filtrado" el pliego de cargos a EL PAÍS, asintió: "Si usted lo dice, yo lo respeto..." Pero lo cierto es que su obsesión es destruir los cimientos del banco emisor. Un ejemplo: que su asesora, Paulina Beato, intermediaria en muchas ocasiones importantes entre Conde y Rojo, fuera invitada a la copa de Navidades del Banco de España es para el ex banquero una prueba de que hubo conspiración y engaño. Pero es un argumento pueril que sólo puede sugerir cierta sequía informativa de Conde y sus amigos. Se trata de una copa a la que asisten los empleados, la banca, y multitud de gente. No hay, casi, reserva de admisión y Conde mismo, de no encontrarse ése día en Nueva York hubiese podido acudir.

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