Los ex comunistas se convierten en tercera fuerza de la antigua RDA
Democristianos y socialdemócratas arrasan sus feudos de Sajonia y Brandeburgo
La popularidad de los dos padres de la patria, el residente democristiano de Sajonia, Kurt Bieden Koph (CDU), de 64 años, y el presidente socialde ócrata de Brandeburgo, Manfred Stolpe (SPD), 58, resultó decisiva en las elecciones regionales de ayer en esos dos Estados federados del este de Alemania. Según las proyecciones divulgadas anoche a última hora, tanto Biedenkopf (CDU) como Stolpe (SPD) consiguieron el triunfo con abrumadoras mayorías absolutas en sus respectivos Estados.
Las dos elecciones de ayer resultaron un desastre para los liberales del FDP, que han quedado fuera de los dos Parlamentos regionales (Landtag) con porcentajes inferiores al 2%, muy por debajo de la barrera fatídica del 5% que es el mínimo que permite convertir los votos en escaños. Idéntica suerte han corrido Los Verdes. El partido -ecopacifista ha quedado en torno a un 3%, fuera del Landtag de Brandeburgo. Lo mismo ocurrió en Sajonia con sólo unas décimas por encima del 4%.Los ex comunistas de Partido del Socialismo Democrático (PDS), que dirige Gregor Gysi, se han confirmado como la tercera fuerza política en la antigua República Democrática Alemana (RDA) y han registrado un aumento considerable respecto a la elección regional celebrada hace cuatro años con un incremento del 6% en Sajonia y del 5% en Brandeburgo. El PDS quedó, no obstante, por debajo del porcentaje conseguido en esos dos Estados en las elecciones europeas del pasado 12 de junio.
Líderes carismáticos
Unos 5,6 millones de habitantes estaban convocados a las urnas en unas elecciones que no pueden considerarse como piedra de toque para las federales convocadas para el próximo 16 de octubre, que decidirán la composición del poder central en Bonn.El carisma de los líderes de los dos grandes partidos no permite proyectar ese resultado a una escala federal. Tanto Kurt Biedenkopf (CDU) como Manfred Stolpe (SPD) se han caracterizado por llevar una lucha política por su cuenta distanciados incluso de las líneas maestras de sus respectivos partidos.
Biedenkopf (CDU) superó el resultado de hace cuatro años y casi llegó a un 58%, una mayoría que en Alemania sólo consiguen en ocas iones los hermanos bávaros de la Unión Social Cristiana (CSU).
Stolpe (SPD), por su parte, logró un sensacional aumento de votos y pasó de un 38,2% a más de un 54%. Este resultado es una confirmación y un éxito personal de Stolpe (SPD), quien estuvo involucrado y acusado de colaboracionismo con el Stas¡, la siniestra policía política de la desaparecida RDA.
El triunfo de estos dos fuertes candidatos en cada uno de los Estados que presiden parecía garantizado, pero la dimensión ha sido considerable, sobre todo en el caso de Stolpe.
En Sajonia la CDU consiguió casi un 58%; el SPI) un 17% y casi el mismo porcentaje logró el PDS. Los Verdes, apenas superaron un exiguo 4%, que les deja fuera del Landtag y el FDP no llegó ni al 2%.
En Brandeburgo el SPI) llegó a un 54%; la CDU se movía en torno al 19%, con una pérdida aproximada de 10 puntos porcentuales respecto a las últimas elecciones regionales; el PDS obtenía algo más de un l7%; mientras que Los Verdes y el FDP desaparecerán del Landtag de Potsdam, la capital de Brandeburgo, con porcentajes de un 3% los ecopacifistas y un desastroso 2% los liberales.
Cuando falta poco más de un mes para las elecciones federales del próximo 16 de octubre, el interés en Sajonia y Brandeburgo se centraba ayer en el resultado de los liberales (FDP) y los ex comunistas del PDS.
El FDP luchaba por rebasar el 5%, imprescindible para obtener representación parlamentaria. El PDS tenía la oportunidad de reafirmarse como tercera fuerza política en el Este de Alemania y mantener las esperanzas de entrar en el futuro Parlamento Federal (Bundestag), donde espera desembarcar con un buen número de diputados.
Desastre de los liberales
Para el FDP y el PDS, las elecciones de ayer eran una piedra de toque sobre sus posibilidades reales en los comicios federales convocados para el 16 de octubre. El FDP luchaba por llegar al 5%, que no ha conseguido en las últimas seis elecciones consecutivas celebradas en Alemania, cinco de ellas regionales y las europeas. Al FDP sólo le queda ahora, de cara a las próximas elecciones federales, confiar en que los democristianos (CDU / CSU) les echen una mano para salvar a su actual socio de coalición en el Gobierno de Bonn.El PDS se ha convertido en la tercera fuerza del Este alemán, para horror del partido democristiano del canciller Helmut Kohl. Los miembros de la CDUno comprenden cómo se puede votar a un partido a cuyos miembros acusan de ser "fascistas pintados de rqJo", "bolcheviques de salón" y "responsables de la ruina de la desaparecida RDA y de los asesinatos en él muro y las alambradas".
El PDS se ha convertido en el aglutinador del descontento en el Este de Alemania. Se esperaba que mejorase sus resultados de hace cuatro años, cuando obtuvieron algo más del 13% en Brandeburgo y apenas superaron el 10% en Sajonia.
El examen para los ex comunistas consistía en saber si eran capaces de repetir el éxito de las elecciones europeas, cuando pasaron del 22% en Brandeburgo y rebasaron el 16% en Sajonia, o si aquel resultado respondía exclusivamente a la baja participación electoral. El PDS ha quedado por debajo de la elección europea, pero confirmó que se trata de una fuerza en ascenso.
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