Una mujer estuvo 10 días tirada en casa tras una paliza de su hijo

VIENE DE LA PÁGINA 1La desgraciada historia no es sorprendente para los inquilinos del número 15 de la calle de Galicia. Muchas veces se han oído gritos y peleas dentro del domicilio de la familia Nogués, y en dos ocasiones han visto salir de la casa al hijo menor escoltado por los agentes. Aseguran los vecinos que aquél nunca tuvo buen recuerdo de los diez años que pasó junto a su hermana en un internado, por deseo de su padre. Las dos veces que fue arrestado volvió pronto a casa, y de nuevo se repitieron las riñas y "también los llantos", señala una vecina.

Ahora, la policía ha vuelto a detener a Francisco Nogués debido a que su hermana, de 28 años, ingresó el 26 de agosto con fuertes hematomas en el hospital Severo Ochoa de Leganés. A una de las doctoras que la atendió le contó, el pasado fin de semana, la terrible paliza que le pegó su hermano. A ella y a su madre. A continuación, los médicos del centro informaron a la policía, que, tras conseguir una autorización judicial, se presentó en la casa de la familia Nogués el lunes por la mañana.

"Entraron a través de mi terraza a la casa de Trinidad, y en principio, cuando vieron a la mujer en el suelo y rodeada de desperdicios, pensaron que estaba muerta, pero rápidamente se dieron cuenta de que aún vivía y la trasladaron al hospital Severo Ochoa", relataba ayer Juana Martín, una vecina del primer piso. En el centro sanitario, la anciana ha sido atendida de las fracturas y de varios hematomas que presentaba a causa de los numerosos golpes que le dio su hijo, según un informe del forense. La hermana ha sido ingresada en un centro de acogida para mujeres con problemas psíquicos.

Castigo y acoso

Según los inquilinos, la familia Nogués siempre ha sido extraña y poco comunicativa. Pero desde que hace cinco años murió el cabeza de familia, un militar retirado, han surgido los problemas. Desde que falta el padre, los hijos siempre han reprochado a la madre el tiempo que pasaron internos fuera de casa. Además, Francisco, el hijo, nunca levantó cabeza y, tras el servicio militar, ni encontró trabajo ni quiso estudiar. Igual sucedió con su hermana, por lo que la familia se ha mantenido con la pensión de viudedad de su madre, que a medida que envejecía sufría el castigo y el acoso de su hijo.

Los servicios sociales de Fuenlabrada siempre han tenido información de lo que ocurría en ese domicilio. Según Pilar Mateos, asistente social de Fuenlabrada, la anciana es una enferma mental, a la que sabían que su hijo maltrataba. "La policía ha intervenido en el asunto y se han remitido al juez los informes, pero nunca ha habido un dictamen en firme para mandar a la madre a un psiquiátrico o al hijo a la cárcel", señaló un técnico social de Fuenlabrada, quien aseguró que a la madre se le había ofrecido, gratuitamente, un centro especial donde puede ser atendida.