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La Bolsa cae por debajo del 300% al alejarse las expectativas de bajada de tipos de interés

Bolsa española sufrió ayer una caída 1,46% (4,45 puntos) que sitúa al índice general en el 299,5%, 23,27 puntos por debajo del nivel de apertura del ejercicio y sin que los analistas se pongan de acuerdo para explicar con claridad las causas. Los mercados de valores llevan varios días registrando recortes que han sumido a los gabinetes de análisis de las casas de Bolsa en la perplejidad más absoluta. Algunos expertos consideran, no obstante, que la caída de la Bolsa podría estar relacionada con las mejoras de las economías francesa y alemana que alejan las bajadas de tipos.

Horst Siebert, presidente del Instituto de Kiel, uno de los equipos de análisis más prestigiosos de Alemania, manifestó ayer a Reuters, que las previsiones de crecimiento de la economía germana eran más fuertes de lo previsto. En su opinión, la economía de Alemania, en su conjunto, crecería el 2,5% este año y el 3,5% en 1995. Esta mejora coincide con la recientemente anunciada por el ministro de Economía galo, Edmond Alphandéry, quien elevó al 2% la previsión de crecimiento para este año y del 3% para 1995. En España, el Gobierno ya ha anunciado que revisará al alza la previsión oficial del 1,3%, pero todavía no lo ha cuantificado.Este panorama de consolidación de la recuperación económica cierra prácticamente las posibilidades de rebaja de los tipos de interés. Ello tuvo ayer un importante reflejo en el mercado de deuda pública. El precio de los títulos registró una fuerte caída, lo que provocó una subida de su rentabilidad. Las obligaciones a 10 años llegaron al 11,25%. La cotización de los títulos a diez años y con rentabilidad nominal al 8%, cayó hasta el 8 1 %. Los in versores venden títulos de baja rentabilidad nominal ante la expectativa de nuevas emisiones con tipos de interés más elevados. Este panorama tiene un efecto paralelo en la Bolsa. Con rentabilidades fijas del 11,30%, los inversores abandonan la Bolsa, que siempre supone más riesgo, y se dirigen a la renta fija.

Las líneas generales que se habían trazado para los mercados en los últimos meses pasaban por la sustitución de la caída de los tipos de interés como motor de la recuperación de las cotizaciones, por los beneficios empresariales, en franca mejoría.

Los tipos de interés oficiales dejaron de bajar el pasado día 3 de agosto, cuando alcanzaron el 7,35% en la subasta decenal del Banco de España. No obstante, el Tesoro público se ha visto forzado en estas últimas semanas a ajustar al alza la rentabilidad de las letras a seis meses y un año, hasta situarlas en el 8,155% y 8,448%, respectivamente. También los títulos a medio y largo plazo han visto subir sus tipos de interés hasta alcanzar rentabilidades que superan el 11 %. Esta presión alcista de los tipos de interés, en concordancia con la que se produce cada día en el mercado secundario, es una de las causas latentes a la hora de explicar el temor de los inversores a mantener posiciones en renta variable.

El chequeo a que se sometía ayer a los mercados para buscar las causas de un recorte que, en el caso de Madrid, llegó a alcanzar 6,45 puntos, se encontró un común denominador: la bajada afectaba con más fuerza a las bolsas francesas y españolas; es decir, al franco y a la peseta. Sin embargo, las posiciones de las divisas no apoyaban esa posibilidad, puesto que la peseta recuperó posiciones frente al dólar para cerrar a un cambio medio de 129,168 pesetas por dólar, con una apreciación de 1,557 pesetas. El cambio de la moneda española con el marco fue de 83,157 pesetas, con una depreciación de 0,199 pesetas.

Una referencia más concreta estaba en el mercado de futuros sobre tipos de interés, en el que los contratos sobre el bono español caían hasta un 1,33%, lo que supone una apuesta en firme por la subida de tipos de interés en un plazo relativamente corto. También este mercado superó ese mal momento y al cierre de la Bolsa el recorte se había reducido a sólo el 0,85%.

Los contratos de futuros y opciones sobre el Ibex 35 tuvieron un papel destacado en esta sesión, en la que el arbitraje entre mercados fue abundante. Las operaciones de uno de los intermediarios más activos en este terreno, J. P. Morgan, se inclinaban del lado vendedor, con 2.457 millones de pesetas vendidas en acciones frente a 168 millones de pesetas comprados. Los analistas consultados insistían en que tanto podría tratarse de arbitraje como de liquidación de algunas posiciones de las carteras de clientes, aunque sus comentarios se centraban siempre en el arbitraje entre el mercado de contado y el contrato de futuros.

Por otra parte, ayer se conoció el dato de las reservas de divisas de agosto que aumentaron en 89,5 millones de dólares y se situaron en 44.854 millones dólares, según los datos facilitados por el Banco de España.

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