¿Qué hago con el balón?

Jugar el pie.El primero de los defectos del Atlético de Madrid fue la escasa movilidad de sus jugadores sin el balón. Sus pases siempre fueron dirigidos al pie del compañero, nunca al espacio, lo cual permitió que el Valencia estuviera tranquilo y seguro en su labor defensiva. Los levantinos consiguieron sus ventajas en el marcador gracias a la búsqueda de los espacios más propicios para el pase, esos que el Atlético nunca descubrió. El campeón del Mundo Mazinho y el ex madridista Maqueda encontraron siempre los huecos libres para conectar con sus socios.

Descontrol.

Los de Mestalla basaron su éxito en el órden de sus piezas, de tal forma que cada una de ellas siempre se encontraba en posición de hacer lo que mejor sabe realizar. En el bando contrario Caminero y Simeone abandonaron con frecuencia su hábitat natural para perderse en callejones sin salida. Buena parte del derroche físico de ambos no aportó nada.

Proteger el balón.

Por lo general los delanteros, al jugar de espaldas a la portería, se ven obligados a controlar, temporizar y buscar a un amigo que le ayude. Oleg Salenko, como ya hiciera durante la disputa del Mundial de Estados Unidos, dio ayer una lección práctica del arte de proteger el balón. En el primer gol del partido, con pase final a Mijatovic, y en el tercero, en el que repitió la suerte y culminó con un regate y un precioso remate. Y todo ante el pegajoso López.

Participación.

Todos los futbolistas deben participar en las acciones de un encuentro: los delanteros defender, los defensas atacar. Sin embargo, los zagueros colchoneros se encontraron a mucha distancia de la línea siguiente y se inhibieron constantemente en acciones ofensivas. Renunciaban a traspasar la frontera del centro del campo. Por ello los artilleros valencianistas no se desgastaron en seguirles. En cada ataque del Valencia Mijatovic y Salenko se encontraron frescos y lúcidos.