Una custodia polémica

Jonathan P. S. salió de fin de semana del centro de protección de menores de la Esperanza, donde el adolescente estaba ingresado desde hacía siete meses bajo la custodia del Departamento de Bienestar Social, después de que sus educadores averiguaran con quien pasaría Jonathan el permiso.En el citado centro de menores ya conocían a David y a la abuela de ambos hermanos. Sabían que David vivía desde hacía unos dos meses en la casa de Eumelia Beceiro, en la urbanización de Llinars del Vallés. El propio David contó a los educadores de Jonathan que vivía en esa casa y que trabajaba haciendo diversas tareas para la persona que acabaría siendo su víctima.

Fuentes de Justicia precisaron que hace unas dos semanas, un educador del centro se desplazó a la casa. Allí hablé con David. "No había motivos aparentes para desconfiar, ya que los educadores veían que había buena relación entre Jonathan y David y de este último no se tenía constancia de conductas peligrosas", explicaron fuentes del departamento. Los educadores no entraron en contacto con la propietaria de la casa ni le informaron de la visita de Jonathan.

En relación al suceso, Iniciativa per Catalunya considera que la Generalitat debe dar explicaciones del control que ejercía sobre el menor durante su permiso. En opinión de la diputada en el Parlament de IC Inma Mayol, la Administración debía controlar "con quién estaba de permiso".