Las posibilidades son del 50%
Echávarri, prudente ante el intento de récord de lnduráin
Acabó con el rostro demacrado y los ojos enrojecidos, después de permanecer tres horas en el velódromo. El esfuerzo fue intensísimo, Porque se sometió a cinco series de seis minutos, con otros tantos de recuperación, con un desarrollo bestial, 59x 14 (un plato de 52 dientes es el que se utiliza normalmente en carretera). Las medias horarias fueron elevadas, pero no son públicas. "Si se supieran parecería que el récord está chupado, y nada más lejos de la realidad. Las posibilidades ahora son del 50% dijo Echávarri.
Induráin está rodando en tiempos de récord (el actual de la hora es de 52,713 kilómetros) en las series de entrenamiento, pero son cada una de ellas de cinco kilómetros, que le llevan hacerlas algo menos de seis minutos; descansa otros seis, y de nuevo, 20 vueltas a la pista. No es lo mismo esto que 30 minutos seguidos a 53 a una media de 53 kilómetros por hora. Cuando afronte estas pruebas se sabrá si Induráin está ahora mismo capacitado para conseguir el récord.Garantías
Una cosa está clara: Induráin sólo atacará el récord si hay garantías de establecerlo. "Si no, novale la pena", confirmó ayer Echávarri. "Hasta ahora está respondiendo a las pruebas que le sometemos. Es un profesor en el Tour, pero un aprendiz en la pista. Tenemos la suerte de que se trata de un alumno aventajado que progresa rápido, pero las pruebas son sobre distancias cortas. ¿Qué pasará en las largas? Estamos sentando unas bases que nos serán muy útiles el próximo año si en éste no lo intentamos".
Induráin, que aseguró haber sufrido ayer más que ningún día de los cuatro que lleva ya encerrado en una pista (dos en San Sebastián y dos en Burdeos), reconoció que "rodar 52,713 kilómetros en una hora resulta muy difícil". En cualquier caso, no renuncia al intento, que empieza a contemplar como una empresa titánica: "Yo soy el único que puede decidir que no acometo el récord. Pero tampoco habrá que decirlo; en el momento que no soporte las cargas que no pongan, se acabó". Echávarri tiene palabras de elogio para- Induráin: "Me admira ese sentimiento que tiene para afrontar una prueba que resulta una tortura, siguiendo siempre la línea negra de la pista. Ayer fue como si hiciera cinco contrarrelojes al máximo esfuerzo, y saliendo, además, de parado, lo que supone torturar los músculos en cada arrancada por ese desarrollo tan tremendo. Él quiere. alcanzar un hito en el ciclismo y lo va a lograr".
Puede haber unos condicionamientos externos, ajenos a Induráin y su equipo. Empiezan a preocupar el calor y la humedad. Al corredor no le asustan, pero a Echávarri sí.
De momento, mucho más que la posibilidad de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) prohiba la utilización de un rayo láser como liebre. "Si hay veda, no hay caza", declara Echávarri. La referencia en la que había pensado para que Induráin supiera si estaba en tiempos de récord no es tan sencilla de instalar y empieza a ser descartada por el director.
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