Me pido "prímer"

Un funcionario extremeño (no Ibarra) fue castigado por pedirse prímer en la cola del Azor, que, según don Felipe, "todo español podría utilizar, al tratarse de un barco de España". Espero que no me castiguen si me pido prímer para hablar en Telemadrid sobre mi libro Etopeya de Joaquín Leguina; por la misma razón por la que usted habla en ella cuando escribe un libro.Cuando termine su novela sobre la situación de Cuba, ya le veremos responder a las programadas preguntas telemadrileñas.

Bromas aparte, pienso, opino y declaro que un político de cuyas decisiones dependen cinco millones de ciudadanos en muchos aspectos de la convivencia social, laboral, comercial, etcétera, no está legitimado ni política ni éticamente para perder un mes (agosto) "escribiendo novelas", cuando tiene tantas asignaturas urgentes y pendientes; por ejemplo: a) conocer la opinión pública sobre ese talante sui géneris y no democrático en un 50% de gobernar; b) conocer las causas múltiples del desprestigio político, que le han llevado al revolcón electoral del 12-J; c) conocer por qué ni la ética ni la legalidad democrática están presentes en tantísimas decisiones gubernativas suyas; d) conocer por qué le da igual la derecha (Piñeiro) que la izquierda (Vilallonga) con tal de retener el poder; e) conocer cuál es la raíz psíquica de esa insumisión suya a las leyes y sentencias firmes con daño pecuniario de empleados inferiores...

Bien está que descanse un mes de su trabajo anual, en precongresos y congresos, en precampañas y campañas, en precomidas y comidas, pero ese descanso laboral no conlleva ningún descanso ético ni legal.-