Calafell extiende su red

Callafell, en la costa de Tarragona, es el pionero en el control televisión de sus calles. Las cámaras se instalaron hace más de dos años y su alcalde, el convergente Joan Maria Triadó, afirma que no ha recibido ninguna queja: "Al contrario, la gente cada día reclama más seguridad", dice. Las grabaciones no se han presentado nunca como pruebas ante el juzgado, pero han servido para que un delincuente que negaba haber robado una moto o un gamberro que decía no haber volcado un contenedor de basuras admitieran ante la policía su delito ante la evidencia de la grabación.El jefe de la Guardia Urbana, Josep Ribalta, consigue, con las ocho cámaras instaladas, un despliegue más efectivo de la Policía Local tanto a la hora de resolver problemas de tránsito, como para intervenir rápidamente en las calles más conflictivas. La calle de Narcís Monturiol de Calafell Platja ha sido el principal objetivo del control preventivo de las cámaras. En esta calle se suceden los bares musicales y las discotecas. Los altercados son frecuentes, especialmente durante los fines de semana del verano. En más de una ocasión, las cámaras han permitido a la Guardia Urbana llegar a tiempo de evitar males mayores.

El consistorio estudia ahora la ampliación de la red, con cámaras en color para vigilar las playas.

Juristas consultados por la agencia Efe han expresado sus recelos frente a estas medidas. Ramón Rodríguez Arribas, presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, indicó que el problema está en el uso que pueda hacerse de las grabaciones que se obtengan. Por su parte, el catedrático de Derecho Penal Manuel Cobo del Rosal indicó: "El visionado de lo que graben las cámaras no comporta problema jurídico alguno, pero sí lo que pueda ocurrir con la grabación".