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Coches sobre huesos

El osario del hospital de San Carlos se encuentra bajo la plaza, donde se excava un aparcamiento

La plaza de Sánchez Bustillo es una de las más conocidas de Madrid, pero no por su nombre, pues siempre se la ha llamado de Santa Isabel. Sus ilustres edificios vecinos son el Conservatorio Nacional de Música y el Museo Reina Sofía. Ambas sedes eran el siglo pasado el mayor complejo médico-docente-hospitalario de Madrid.Ahora se construye en Sánchez Bustillo un estacionamiento para vehículos. La plaza, eje de lo que fuera el hospital general de San Carlos, construido en el siglo XVIII, y de la Facultad de Medicina (XIX), guarda en el subsuelo el recuerdo de las actividades de estos centros, que estaban conectados entre sí por húmedos pasadizos subterráneos. Un equipo de arqueólogos ha practicado calas, preceptivas cuando se va a tocar el subsuelo en una obra del centro, y se ha encontrado con lo inevitable: huesos, muchos huesos humanos. El gran hospital tenía allí su osario o fosa común. Muchos enfermos anónimos -los hospitales funcionaban entonces como albergues de beneficencia- dieron allí con sus huesos. También muchos restos humanos provienen de los cadáveres que se utilizaban para las clases prácticas de la Facultad de Medicina, o de San Carlos.

Pío Baroja describió, hasta provocar la náusea, la sordidez finisecular que rodeaba el hospital y la facultad. Aquélla fue una de las zonas más siniestras de la ciudad, cuando ésta era insalubre al máximo y los hospitales asemejaban almacenes de cuerpos agonizantes.

Ahora la plaza se mantendrá en obras durante un año muy largo. Los autobuses 85, 86 y 85 ya no paran en Sánchez Bustillo, sino en Cuidad de Barcelona, y las dos líneas con destino a Getafe lo hacen en la plaza del Emperador Carlos V. Y los coches que bajen por la calle de Santa Isabel podrán salir a Atocha por la de Santa Inés. El jueves comenzó la construcción de un aparcamiento para residentes (405 plazas) y público (133) con cuatro plantas subterráneas.

Esta obra fue adjudicada en septiembre de 1993. Pero por estar entre destacados vecinos hubo que esperar al resultado de un informe de la Oficina del Plan General, según explica un portavoz de la Concejalía de Circulación y Transportes. Cuando se cubra el gran boquete que ahora se va a abrir, la plaza será para uso único del peatón.

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