¡Puños fuera!

Pregúntenle a un niño norteamericano entre 2 y 11 años quiénes son Zordon, Rita Pelusa o Alfa Cinco. Si lo ignora es que acaba de llegar de Marte, única explicación para que no haya visto u oído hablar de los personajes de la serie Mighty Morphin Power Rangers. Es éste otro de esos fenómenos que el mundo adulto es incapaz de comprender y que cíclicamente se producen en la programación infantil para mayor gloria y fortuna del avispado productor que consiguió colocarlo en el mercado.Hace un tiempo fueron las tortugas Ninja; ahora Power Rangers (Tele 5, sábados y domingos a las 11.00) promete repetir la historia y mejorarla. De momento, esta serie protagonizada por un sexteto de pequeños supermanes tiene en sus manos a la mayoría de los niños norteamericanos (un 67% de cuota de pantalla), y de ello tienen buena constancia los sufridos padres de familia, de cuyos bolsillos han salido los aproximadamente 1.000 millones de dólares -más de 130.000 millones de pesetas- en juguetes, vídeos, tebeos y ropa que lleva embolsados el creador del adictivo evento -Haim Saban, un productor de origen egipcio- por la comercialización todos estos productos y demás parafernalia derivada.

Allá donde hacen su aparición los protagonistas (cuatro chicos y dos chicas que se transforman en superhéroes cuando la situación lo requiere) se arma el belén y la guerra: atascos, codazos, gritos. Es de tal envergadura la rangermanía que ya hay un productivo mercado negro de juguetes y hasta se han dictado medidas de racionamiento en las tiendas: un juguete por familia, nada más. La demanda ha desbordado a la empresa Bandai American (con base en Japón), que hacía las réplicas en una fábrica con dos plantas y ya tiene 18.

La serie es un pastiche realizado sobre un programa infantil japonés en imagen real, titulado Zyu Rangers (en la larga tradición que en este país representan las series de los sentai, o grupos de superhéroes). Lo que se ve en Estados Unidos y en Tele 5 es, de hecho, una combinación entre las secuencias de acción compradas a la empresa japonesa Toei (la productora de Zyu Rangers) y nuevas secuencias rodadas en América por actores americanos, con mucho arte marcial de por medio.

Lo que resulta, aparte de una galería de monstruos, no es gran cosa (debe ser el programa más barato del mercado), pero contiene esa imaginería y ritmo nipones que se han impuesto en los últimos años en el mercado de los programas infantiles (recuérdese el fenómeno de Bola de Dragón).

Regulares en la serie son Zordon (el espíritu del bien), su robot Alfa Cinco (tontorrón y torpe, como dicta la tradición) y la malvada lunática Rita Repulsa y sus secuaces (Baboo, Goldar, Finster, The Putty Patrol, Octophantom, Primator). En su metamorfosis, los seis rangers (cinco al principio) se identifican por un color, y si la refriega con Rita Repulsa les desborda, convocan a sus Dino Zords, unos robots-dinosaurios que recuerdan a Mazinger Z y su: "¡Puños, fuera!"

De momento, y en la estela del éxito de la serie, se prepara 'la película (como ocurrió con las Ninja), y no cesan de crearse nuevos personajes para que el sufrido padre del niño afectado de rangermanía vuelva a rascarse el bolsillo. La plaga ha llegado de momento a 13 países. Y apenas acaba de empezar.