"Sólo me cuestiona una minoría"

No fue despedido, pero no se le renovó el contrato. Fue la gran cortina de humo que utilizó Johan Cruyff, a las pocas horas de finalizar el encuentro, para maquillar el fracaso en la Copa de Europa frente al Milan. Con la baja en el bolsillo se fue al Mundial bajo el manto protector del seleccionador Javier Clemente y en Estados Unidos vivió bajo la presión del examen permanente. Ahora ha encontrado acomodo en el Valencia, un club que quiere recuperar su prestigio.De apariencia fría y calculadora, Zubizarreta parece haberse adaptado bien a su nuevo club, aunque el tener que hacer las maletas por obligación todavía no lo ha asimilado. La sombra del Mundial todavía planea sobre él, aunque nadie le ha criticado todavía.

Pregunta. Después de tres mundiales y tantas veces internacional, ¿por qué se le sigue cuestionando?

Respuesta. Son las cosas del fútbol. Hasta que no te vas o estás lesionado, no dicen que eras algo bueno. Pero también creo que sólo me cuestiona una minoría.

P. ¿Pensó en algún momento en arrojar la toalla tras las críticas que recibió en el Mundial?

R. En absoluto. Muchos dicen que mi carrera ha sido fácil, pero es todo lo contrario. Todo esto te enseña que en el fútbol eres lo que tú hagas y lo que tus compañeros te den. Todo lo que viene de fuera, para bien o para mal, no sirve para valorar tu trabajo.

P. ¿Si fuera menos sobrio, sería más valorado?

R. En el campo cada uno desarrolla su personalidad. Si cambio una parte, no sería yo.

P. Da la impresión de que usted es como Induráin. Sólo se esfuerza cuando ve que puede llegar al balón.

R. El concepto no es ése. Siempre hay que intentar llegar a un balón, pero hay remates que, por lo que sea, te superan. El jugador es lo suficientemente inteligente para saber si llega o no, aunque a veces algunos se lanzan para salir en la foto y sacan balones increíbles.

P. Jesús Martínez, secretario técnico del Valencia, dijo que su fichaje interesaba sobre todo por su personalidad.

R. Es un gran halago. Yo nunca he sido conformista, siempre he intentado trabajar para mejorar. Mi idea del fútbol es que el grupo funcione siempre unido, como un bloque, con los mismos objetivos.

P. ¿Qué le ha parecido su nuevo entrenador, el campeón mundial Carlos Alberto Parreira?

R. Tiene una idea muy clara de cómo quiere que su equipo juegue. Es un hombre que dialoga, conversa, pregunta. Parece que son buenos pilares para empezar a hacer cosas y codeamos con los grandes.

P. Por lo que explica, parece muy diferente a Cruyff que siempre inyectaba presión.

R. Desde luego. La presión tiene que ayudar a superarte. Que la gente te obligue a ganar, lo tienes que trasformar en un intento de mejorar. Por eso en fútbol, el lunes es más importante que el domingo, tienes que pensar en el siguiente partido, porque lo que has hecho antes ya está pasado.

P. ¿Cruyff es tan inteligente como parece?

R. Cruyff, como decía antes de Parreira, tiene una idea muy clara de lo que quiere. Él se basa mucho en la calidad de los jugadores, quiere que éstos asuman las responsabilidades que les corresponden.

P. ¿Cree que el Barcelona le gastó una mala pasada?

R. Eso son cosas del pasado. Y en la vida el pasado te enseña, pero darle vueltas no te sirve para nada. Hay que mirar al presente y al futuro.

P. ¿Y qué es lo que le ha enseñado su salida del Barça?

R. Pues que el fútbol es algo que se vive día a día, que no sirve hacer planes ni a medio ni a corto plazo, sino de la mañana para la tarde.

P. ¿El partido del viernes frente al Barcelona, en el trofeo Naranja, será algo especial para usted?

R. Pues sí. El Barcelona es un club en el que he pasado ocho años extraordinarios, tengo muchísimos amigos y es un equipo especial. Pero en estos partidos amistosos lo que te gusta es ganar para que después puedas bromear con tus ex compañeros.

P. ¿Cuál es la principal diferencia entre el Valencia y el Barcelona?

R. El Barcelona es un equipo consolidado en Europa, está entre los tres mejores del mundo. El Valencia es un proyecto, un grupo de buenos jugadores, un entrenador nuevo, muchísima ilusión en todo lo que le rodea. Puede ser el comienzo de una etapa, como la que vivió el Barça con la llegada de Cruyff hace seis años.