El Gobierno prepara para 1995 otro reajuste de las tarifas telefónicas similar al de este año

Cuando aún resuenan los ecos de las protestas del último reajuste de las tarifas telefónicas, el Gobierno ya tiene sobre la mesa el esquema de cómo será el próximo. La intención del Ejecutivo es repetir, en esencia, el mismo que ha utilizado este año. Es decir, sensibles subidas en las llamadas urbanas, notables descensos en las provinciales y recortes variados en las internacionales. Fuentes de la Administración señalaron que esta medida es necesaria para colocar las tarifas españolas al nivel de las del resto de Europa y que el impacto para "factura media" es prácticamente nulo.

El pasado 22 de junio, el Gobierno decidía zanjar la polémica arrastrada durante más de cuatro meses y aprobaba un importante reajuste de las tarifas telefónicas, que hoy ya está en las facturas de los usuarios.La polémica reforma consistió en aumentar las llamadas urbanas en un 30,7%, mientras las provinciales descendían un 34,6%. El precio de llamada intemacional también caía, aunque no homogéneamente, sino en un abanico de entre el 1,3% y el 15% en función del destino de la llamada. Tanto el Ministerio de Obras Públicas y Transportes como Telefónica justificaron el reacondicionamiento de las tarifas en un intento de igualarlas con el resto de las de la Unión Europea.

No obstante, la reforma recién aprobada por el Gobierno parece no haber sido suficiente para cumplir este objetivo. De acuerdo con los datos que manejan en Transportes y en Telefónica sobre llamadas con una duración de tres minutos, la diferencia de tarifas es todavía apreciable. En las de ámbito urbano, el coste para un usuario español es unas tres pesetas más barato que para un francés, unas siete que para un alemán o unas 13 que para un británico.

Esta situación es diametralmente opuesta si lo que se analiza es una llamada internacional. La tarifa española sobre tres minutos es aún alrededor de 100 pesetas más cara que la efectuada desde cualquier país puntero de la Unión Europea, como Francia, el Reino Unido, Alemania o Italia.

El desequilibrio, pues, persiste, justo cuando se está debatiendo en qué fecha entrará en vigor la liberalización definitiva del mercado telefónico. En principio, el ministro José Borrell tiene previsto que ese paso se dé en 1998, sin recurrir a la prórroga de cinco años a la que' se podría acoger.

Malestar

En el ambiente está el malestar social suscitado por el reciente reajuste, las manifestaciones de distintos grupos de políticos y de consumidores de que ha sido abusivo y las repercusiones de tipo político que ello pudiera tener. Estos son, a grandes rasgos, los datos que tienen sobre la mesa quienes tienen que decidir el nuevo reajuste tarifario.Fuentes de la Administración han asegurado que el esquema que se va aplicar es muy similar al aprobado este año. Es decir, las tarifas urbanas subirán de manera notable, en tanto que las provinciales y las internacionales continuarán en su senda descendente. Dichas fuentes no pueden, sin embargo, precisar aún con exactitud el porcentaje que se aplicará a cada movimiento. "De momento, los estudios están en una fase preliminar, a la espera de ver la evolución de las tarifas que se acaban de empezarse a aplicar", señalan.

Lo único claro es que los criterios básicos a seguir son que el reajuste tenga un efecto nulo en la factura del usuario medio y que, a igualdad de llamadas, la modificación no suponga un incremento en los ingresos de Telefónica. "Que Telefónica aumente su rentabilidad ya es un problema exclusivamente empresarial" reconocen.