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ATLETISMO: CAMPEONATOS EUROPEOS

Sandra Myers solo «sufrió un calambre

Sandra Myers acudió a entrenarse ayer por la mañana al estadio de calentamiento. La lesión que provocó su retirada en la semifinal de los 400 metros no existió; se trató simplemente de un calambre, "un calambrazo", según lo definió José María Villalón, el médico del equipo español de atletismo.En el reconocimiento que pasó, nada más ser retirada en camilla de la pista del estadio, se apreció que la velocista de Kansas tenía afectado el músculo isquiotibial.La ecografía demostró que no había rotura, si acaso una ligera contractura, presumible consecuencia del calambre que sufrió durante la carrera.

La atleta ha tenido problemas de ciática durante la temporada, por lo cual no es extraña la aparición de calambres durante los momentos de máximo esfuerzo muscular.

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Tras este contratiempo, Myers seguirá compitiendo en lo que resta de temporada con normalidad. Tiene prevista su participación en alguna de las reuniones europeas que se celebrarán a partir del próximo miércoles.

El percance de Myers desencadenó un catarata de infortunios: Azkueta se retiró en obstáculos tras tropezar con una valla, Peula acabó con su contractura maltrecha, Nolet no salió ayer en los 200 metros por una "tendinitis mecánica" y Hernández tampoco estuvo ayer en la final de longitud, tras no poder el martes clasificarse, porque arrastraba una semiluxación en la clavícula. El primer día del campeonato, las tres maratonias españolas que se retiraron, Josefa Cruz, Rocío Ríos y María Luisa Muñoz, acabaron reponiéndose con suero. A esta última se la suministraron tres litros por vía intravenosa.

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