A gritos contra el tercer extranjero
El baloncesto español reclama un descenso de foráneos en la ACB
El baloncesto español exige un giro. El fracaso consecutivo de la selección en los últimos cuatro grandes campeonatos (Juegos de Seúl y Barcelona y Mundiales de Argentina y Canadá) no puede ser fruto de la casualidad. Algo sucede bajo la canasta nacional y es el momento de tomar medidas. O eso es lo que piensan casi todos los expertos, que tras la derrota ante China dirigen su dedo acusador hacia el mismo punto: el exceso de extranjeros en la Liga ACB."A nuestros jugadores", dice Nino Buscató, ex jugador del Joventut y de la selección, "les cuesta jugar los minutos decisivos porque no están acostumbrados. En España, desde hace tiempo, los que toman las decisiones en los tramos claves son los foráneos. Con los tres extranjeros, el problema se ha acentuado. Ha llegado el momento, como pasa en el resto de Europa, de rebajar el número. Tantos malos resultados seguidos deben hacernos pensar. Los estamentos del baloncesto se tienen que reunir y hablar sobre el futuro. Lo veo muy negro".
Manel Comas, el entrenador del Taugrés, coincide en la necesidad de rebajar la nómina de extranjeros ("mejor dos que tres y uno que dos"), y acusa a los jugadores españoles de falta de carácter: "No están acostumbrados a la presión. Hay un miedo a perder que es generacional. Les falta temperamento. Algo que ni se compra ni se vende, y que tenían jugadores como Corbalán, Iturriaga o Epi".
Existe un trasfondo económico que, según Comas, también ha perjudicado al baloncesto español: "Hubo una época en la que los sueldos se dispararon y en la que los jugadores estuvieron más preocupados por ganar dinero que por mejorar su nivel de baloncesto. Muchos jóvenes se perdieron en el camino por este motivo".
"No tengo nada contra ellos", afirma José Biriukov, jugador del Real Madrid, "pero esto no puede seguir así. No podemos negar la realidad: el tercer extranjero perjudica a la selección. Hay países, corno Italia, que ya se plantean quitar hasta el segundo extranjero. Si queremos progresar internacionalmente, los jugadores españoles tienen que jugar más y en momentos más decisivos".
Para Biriukov, la cuestión afecta a todo el baloncesto en su conjuntó: "El nivel de audiencia del baloncesto ha bajado. Si queremos recuperar la magia de este deporte, tenemos que potenciar a la selección. Si en vez de potenciar, metemos el cuarto, el quinto extranjero, nos vamos todos a la mierda".
Su compañero del Real Madrid José Lasa tiene una opinión similar: "Un deporte es lo que es su selección. Se habla del espectáculo que dan los extranjeros, pero, al final, la gente se identifica con los españoles. Y éstos se hacen cada vez menos decisivos, más especialistas y menos versátiles. Los extranjeros asumen la responsabilidad y los nacionales, un papel de relleno. Así cuesta mucho que salga gente nueva. A los jóvenes se les piden pocas cosas en sus clubes. En la selección se les exige mucho y entonces ya no tienen extranjeros en los que apoyarse".
La inquietud que muestra el pasado, el presente y el futuro del baloncesto nacional, la comparten sus dirigentes. Rafael Cortés Elvira, el secretario de Estado para el Deporte, no reduce el problema al tercer extranjero ("otros años sólo había dos y tampoco ganábamos nada", dice), pero sí considera obligada la reflexión. "¿Qué futuro tenemos?", se pregunta preocupado. Como todos.
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