La presión de Rusia obliga a los serbios a pedir nuevas negociaciones sobre Bosnia
Radovan Karadzic solicitó ayer la inmediata reapertura de las negociaciones sobre la partición de Bosnia auspiciadas por el Grupo de Contacto. El rechazo en dos ocasiones de los mapas presentados por los mediadores internacionales como un ultimátum parecía abocar al fracaso las conversaciones, pero la declaración del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, que el domingo invitó a los seguidores de Karad2ic a aceptar la propuesta de los mediadores, y la presión de Rusia han tenido efecto inmediato.
Un comunicado emitido por la autoproclamada república serbia de Bosnia asegura que una vez introducidas las "inevitables modificaciones" de los mapas y cuando se concluya un acuerdo que garantice "la soberanía de la república serbia" de Bosnia Ios serbios estarán dispuestos a aceptar" el plan internacional.La nota de los nacionalistas serbios fue acogida con mucha frialdad por los países del Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania). En Washington, el portavoz del Departamento, Mike McCurry indicó que los mapas propuestos, que prevén la partición de Bosnia-Herzegovina en dos entidades de modo que un 51% del territorio sea para la federación de croatas y musulmanes y el resto a los serbios de Bosnia, son definitivos y consideré que la nueva propuesta nace vacía de contenido.
La semana pasada el parlamento de Pale rechazó, la última propuesta. El plan de paz parecía abocado a la ruina mientras se acrecentaba el aislamiento internacional de los serbios.
El domingo, el ministro ruso de Exteriores, Andrei Kózirev, viajó a Belgrado en un último' esfuerzo para intentar rescatar el plan de paz y logró arrancar del presidente de Serbia una declaración favorable al proyecto del Grupo de Contacto. "El compromiso con la paz es de interés para toda la nación serbia. Esto quiere decir que el plan debe ser aceptado", declaró Milosevic.
Kózirev aseguró antes de abandonar Be1grado que confiaba en la capacidad de Milosevic para presionar a los seguidores de Karazic. A cambio, el Grupo de Contacto revisaría las sanciones internacionales contra Serbia.
En Sarajevo, representantes de los serbios y musulmanes de Bosnia discutieron ayer la reapertura de las rutas de abastecimiento de la ciudad y la posibilidad de intercambiar prisioneros. Pero en las calles retumbaron los disparos y los ciudadanos volvieron a correr para esquivar el fuego de los francotiradores. Dos mujeres resultaron heridas al ser alcanzado el tranvía en el que viajaban.
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