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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Pactar con la derecha

Durante casi doce años hemos asistido a la soberbia de un PSOE todopoderoso. Quien más quien menos, todos nos hemos quejado alguna vez de, ciertas actitudes algo petulantes. ejercidas con la fuerza que da la mayoría absoluta parlamentaria. Si esto era a veces chocante y así se denunciaba, ¿qué no decir ahora de la soberbia insoportable de los dos principales grupos de la oposición? De un lado, un PP -que no se ha caracterizado precisamente por la profundización de la democracia allí donde ha detentado o detenta el poder- que busca imponer sus candidatos a las más diversas instituciones del Estado, que impugna con argumentos cuando menos arcaicos las alianzas que realiza el partido en el Gobierno y que, para mayor abundancia, exige destempladamente la dimisión del presidente González. De otro lado, IU -la gran esperanza blanca de muchos progresistas desencantados-, que coincide con las. pretensiones de sus potenciales aliados (Anguita dixit), muchísimo tiempo antes de consolidarse como una fuerza de poder alternativa y por el simple hecho de obtener unos aceptables resultados en unos comicios autonómicos coincidentes con otros europeos. No deberían olvidar los dirigentes del sector oficialista de IU que dicha coalición cuenta con una representación parlamentaria similar a la de CiU (tan estúpidamente denostada por el mencionado dirigente de IU) y casi diez veces menor, que la del PSOE.Algunos hemos creído, tal vez demasiado ingenuamente, que una fuerza política de una izquierda cerrada e intransigente era necesaria en el Parlamento, al menos como conciencia crítica del régimen. Pero también hemos creído que esa posibilidad era sólo concebible, mal que nos pese, en la oposición. Pues bien, resulta ahora que muchísimo tiempo antes de convertirse en una opción real de poder, esa fuerza ha demostrado no ser tan cerrada ni tan intransigente cuando de pactar con la derecha se trata. Total, la peor burguesía no está allí representada (Anguita dixit). No sé si es cierto que las centralitas de las sedes de IU se han quedado bloqueadas como publicaron algunos medios, pero resulta creíble. ¿En qué Internacional se habrá quedado perdido el irreductible Anguita?-

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