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Un joven denuncia a un vigilante de Lagosur por darle una paliza

Ángel Raúl García, de 21 años, ha denunciado a un vigilante jurado del parque acuático Lagosur, de Leganés (175.952 habitantes), por darle una paliza el pasado miércoles 27 de julio. Directivos de la instalación dicen que Ángel Raúl estaba robando mochilas con otros amigos (sin embargo, no lo han denunciado) y que, cuando el vigilante le detuvo, se pelearon. El chico reconoce que entró sin pagar, pero niega ser un ladrón.

Ángel Raúl tuvo que ser atendido en el hospital Severo Ochoa de Leganés; le diagnosticaron un traumatismo craneal leve y erosiones en la espalda y en el omóplato con marcas como de palos". Según los responsables del parque, el vigilante de la empresa Interset, también resultó herido, y denunció a su vez al joven.El incidente ocurrió a las 19.30. Raúl, en paro desde hace deis meses, se había colado sin pagar en el parque acuático con otro amigo. "Notamos que un vigilante nos observaba y decidimos marcharnos por donde entramos, un agujero que da a un descampado, junto a unas tuberías del parque", relata este joven, vecino del deprimido barrio de La Fortuna, en Leganés. "Ya en el exterior, el guarda nos llamó; al acercarnos, me dio una bofetada, y mi amigo y yo echamos a correr; mi amigo consiguió escaparse, pero a mi me cogieron entre el guardia y otras dos personas que iban en coche", asegura.

Golpes "con la porra"

"Me llevaron a una caseta, junto a la piscina; el vigilante me golpeó pon la porra y otras tres o cuatro personas me dieron patadas. Una pareja les recriminó su actitud y entonces me metieron dentro. Pensaban", agrega el joven, "que había robado una cartera, pero no me encontraron nada y me dejaron marchar. No obstante, se quedaron con una fotocopia de mi carné de identidad y me amenazaron si les denunciaba", apostilla. "Como sangraba mucho", agrega, "con 700 pesetas que llevaba me fui en taxi al hospital Severo Ochoa". Al día siguiente denunció al guarda en la comisaría de Leganés.

Aurelio Gómez, presidente de Waterfrom, la empresa que explota Lagosur, ofrece una versión muy distinta: "Nuestros vigilantes recibieron un aviso de que se estaban produciendo robos en las mochilas y bolsas que porta el público durante su estancia en el parque.

Los guardas", añade, "detectaron a cuatro jóvenes sustrayendo unas mochilas. Estos salieron huyendo y sólo consiguieron coger a Ángel Raúl, que se resistió, entablándose una pelea con el vigilante. Es un chico conocido en su barrio como ladronzuelo", subraya. Sin embrago, Lagosur no ha denunciado al joven por el supuesto robo.

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Guardianes con manos largas

Como un preocupante goteo, cada cierto tiempo salen a la luz denuncias hacia vigilantes jurados que se exceden en el desempeño de sus funciones. En algunos casos, los más numerosos, las quejas se deben a agresiones físicas, en otros, a malos modos.El pasado 11 de enero, un cliente del hipermercado Jumbo, de 23 años, denunció que tres guardianes de este establecimiento le habían propinado una paliza tras acusarle de robar 100 gramos de jamón.

El 19 de marzo, un vigilante de la hamburguesería McDonald's de Isaac Peral, en Moncloa, expulsaba del local a un joven que le dio su hamburguesa a Pablito, un conocido indigente que ha aparecido varias veces en debates televisivos. Poco antes, el mismo mendigo, con problemas de alcoholismo, había sido echado de este local a patadas y con muy malos modos.

La gerente del establecimiento reconoció que el vigilante actuó con excesiva contundencia y aseguró que había hablado seriamente con la empresa de seguridad.

El 4 de junio, Carlos Villora, Ferrera, un taxista de 22 años, denunció a la discoteca Aqualung tras recibir una paliza por parte de seis vigilantes jurados de la sala. Los responsables de la discoteca alegaron que el servicio de seguridad se había limitado a sofocar una reyerta, pero sin agredir a nadie.

Un caso singular fue el del también vigilante jurado Francisco Ruiz Martín, de 30 años. Este denunció hace un año por agresiones a dos compañeros de profesión de la discopiscina Tropic Costa, de Getafe. Todo comenzó al producirse una pelea dentro de la discoteca. Ruiz se encontraba sentado cerca y vio cómo echaban del recinto a los culpables, pero los amigos de éstos continuaron discutiendo. Uno de ellos se le cayó encima; Ruiz reaccionó empujándole, y se levantó para protestar. Dos miembros de seguridad le agarraron de los brazos y le sacaron del, local. Después, llegaron otros dos guardias y le golpearon. Los responsables de la sala negaron los hechos.

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