Los 'narcos' y el periodista acusado de estafa

Uno de los presos preventivos más veteranos que hay en Carabanchel (Madrid) es un periodista venezolano, cincuentón, sobre el que recaen sospechas de estar implicado en una estafa. Está privado de libertad desde noviembre de 1991.Pero en realidad no lleva tres años en espera de juicio. Ya fue juzgado y condenado. Sin embargo, él se considera inocente y ha recurrido la sentencia. Por eso sigue figurando en los archivos penitenciarios como preventivo.

Es raro que una persona pase más de ocho o diez meses recluido en espera de juicio, señalan fuentes de la prisión de Carabanchel, que afirman que a ello contribuye el servicio de asistencia jurídica existente en el propio centro penitenciario y a la colaboración de la juez decana de Madrid, Manuela Carmena.

La imagen del pobre desgraciado detenido por un delito menor que se pudre en el talego durante un año o dos esperando ser juzgado pertenece al pasado, según señala

Justicia e Interior. Lo impide ahora una mayor celeridad en la celebración de los juicios y la resistencia de los magistrados a poner entre rejas a una persona sin que haya una causa realmente grave.

En Carabanchel hay otros cuantos hombres que llevan una larga temporada entre rejas sin ser juzgados. Y es que en ellos concurren dos circunstancias: la gravedad social del delito que se les imputa -tráfico de drogas- y su condición de extranjeros, para los que la tentación de huir de España es demasiado fuerte, según estima la Justicia.

Los implicados en terrorismo, narcotráfico -como los de la Operación Nécora- y otros delitos graves son quienes más tiempo pasan en prisión preventiva. En otros casos, como los atracadores, estos acaban saliendo en libertad provisional o bajo fianza al cabo de seis u ocho meses, "sobre todo si tienen un buen abogado que se ocupe de activar el asunto", según dice uno de ellos.