El colapso del aeropuerto de Palma afectó a 75.000 viajeros

El Gobierno de Baleares envió ayer una carta Yves Lambert, director de Eurocontrol, organismo para la seguridad de la navegación aérea de la UE, en la que le solicita que las zonas insulares tengan preferencia sobre cualquier zona continental en cuanto a la navegación aérea. La petición coincide con el hecho de que quienes han finalizado sus vacaciones en los dos últimos días se han visto afectados por serias demoras en sus vuelos. El pasado fin de semana 75.000 turistas extranjeros y nacionales sufrieron retrasos en los aeropuertos de las islas Baleares.La terminal aérea palmesana sufrió "el peor colapso de su historia", según explicó un portavoz, y no pudo absorber las exigencias de los miles de personas que se concentraron en sus instalaciones. La comida se agotó en bares y restaurantes, y las cintas que transportaban los equipajes quedaron totalmente colapsadas en medio de la indignación general. El libro dereclamaciones del aeropuerto recogió centenares de quejas de pasajeros afectados por las demoras.

Los 400 vuelos que habían contratado para abandonar, las islas se vieron inmersos en un cuello de botella ocasionado por las severas restricciones impuestas por los controladores aéreos franceses, que demoraron el tráfico hasta provocar retrasos de entre 7 y 15 horas.

Todas las operaciones de salida de Mallorca, Ibiza y Mahón hacia aeropuertos alemanes y británicos necesitan la autorización de los centros de control de Marsella y Burdeos.

Durante los últimos tres meses, y coincidiendo con los fines de semana, los franceses han venido habilitando menos pasillos aéreos que los que requiere una actividad como la que genera Son Sant Joan, en Palma, el primer aeródromo europeo en la época estival. A final de año habrán circulado por sus dependencias 13 millones de personas, la mitad de ellas entre mayo y septiembre.