Sin consuelo

*Psicología. En gran medida un equipo es un estado de ánimo. Se enfrentan. dos selecciones que han perdido la gran ilusión. Seguramente no estarán en las mejores condiciones anímicas para jugar. Quien haya podido soportar mejor su exclusión de la final tendrá indudable ventaja.Bulgaria. Cambió sus formas cuando creyó posible alcanzar la gloria. Abandonó la zona y pasó a la seriedad del hombre a hombre, Jugó -ante Italia- su peor partido y fue más desordenada que nunca. Es posible que ahora vuelva a su funcionamiento habitual, que está más de acuerdo con la personalidad de sus jugadores. Si es así, recuperará el atrevimiento que perdió ante la selección italia, y sus mejores jugadores sólo. tendrán que preocuparse de su propio talento.

Suecia. Frente a un rival como Brasil no le alcanzó la corrección de su sistema, ni el buen manejo, de los conceptos. En fútbol el sistema es sólo el punto de partida, para que resuelvan los jugadores con más o menos comodidad. No obstante, es posible que esté más conforme que Bulgaria, porque fue fiel a su estilo, y llegó hasta donde pudo.

Objetivo. Estar entre los cuatro mejores es un gran logro para las dos selecciones. Escalar un puesto más y terminar en tercer lugar seria un éxito memorable para ambas. Además tienen la oportunidad de jugar, en el más amplio sentido de la palabra, ya que estarán ajenas a las presiones de los intereses extradeportivos que siempre interfieren.

Para volver a ver. Brolin y Stoichkov, dos jugadores que hacen girar a sus equipos a su alrededor. Los dos salen fortalecidos de este Mundial. Demostraron tener calidad y personalidad suficiente como para integrar la galería de los mejores. Stoichkov le añadió a su capacidad goleadora un claro sentido del juego, cuando se tiró unos metros más atrás para elaborar. Brolin, aparte de su dinámica y creatividad, sumé cierto poder de definición.

Nilsson. Un lateral inteligente. Muy firme en la disputa individual y con mucho criterio para moverse en zona. Sabe cruzar por detrás de los centrales y sale jugando con elegancia. Nunca pierde la línea. Sólo le falta imaginación cuando sube.

Letchkov y Balakov. Es difícil encontrar en otros equipos mejores volantes que estos dos jugadores búlgaros. Hábiles con la pelota e inteligentes para ordenarse tácticamente. Lo mejor que tienen es la osadía para regatear hacia adelante, buscando el desequilibrio en la zona de definición.