Cuatro miembros de la OLP son deportados de Gaza por exigencias israelíes
Yasir Arafat cedió ayer ante las presiones israelíes y aceptó las exigencias de expulsión de cuatro funcionarios de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dos de ellos acusados de complicidad en una matanza de 22 niños judíos hace 20 años. La medida reflejó la intención de Arafat de neutralizar puntos de fricción con el Gobierno de Isaac Rabin en momentos en que el líder palestino está comenzando a tomar las tiendas de Gaza tras 27 años de exilio.
Tres de los cuatro palestinos que retornaron con Arafat a Gaza hace cuatro días embarcaron hacia Egipto ayer por la tarde, mientras que el cuarto, Yihad Amarin, salió del territorio autónomo palestino a últimas horas de la noche. Ahmed Tibi, asesor de Arafat, confirmó que los hombres figuran en la lista negra de Israel y que la OLP había recibido formalmente una petición israelí para su expulsión.El incidente enturbió el ambiente de confianza y optimismo creado por el retorno de Arafat, pero fuentes palestinas señalaron que el caso había sido cerrado. "Fue un mal comienzo para el proyecto de Arafat, pero con la expulsión todo ha quedado otra vez en orden", comentó un dirigente palestino.
Las autoridades de Israel llegaron a impedir ayer la entrada al ministro de Comunicaciones y Cultura palestino, Yasir Abed Rabo, quien pretendía acceder a Gaza a través del puesto fronterizo de Rafah. El Gobierno israelí exigía, como condición previa, la expulsión de Amarin.
Los israelíes se enteraron de que los cuatro palestinos ingresaron en Gaza en el convoy que transportó a Arafat a la franja autónoma y exigieron inmediatamente su deportación. Al acatar esa demanda, Arafat no hizo declaración pública alguna, pero los despidió personalmente en una breve ceremonia celebrada en el Hotel Palestina, sede provisional de la flamante Autoridad Nacional Palestina (ANP), el gobierno en los territorios autónomos de Gaza y Jericó.
Los cuatro palestinos han sido acusados de participar en la llamada masacre de Maalot, en 1974, cuando tres guerrilleros palestinos tomaron como rehenes a alumnos de una escuela del pueblo de Maalot, en el norte de Israel. El episodio terminó en un baño de sangre.
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