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MUNDIAL 94

Colombia investiga la conexión con la droga

Las autoridades intentan aclarar los lazos de jugadores y técnicos con el 'cartel de Cali'

Otra vez en Colombia se habla con insistencia de los vínculos entre la mafia de la droga y los equipos profesionales de fútbol. El asesinato de Andrés Escobar, defensa central de la selección nacional, la madrugada del sábado 2 de julio, parece haber puesto al descubierto una olla podrida celosamente tapada durante la última década. Esta semana ha sido destapada por el semanario Semana, el más prestigioso del país, que revela que los organismos de seguridad del Estado han descubierto varias conversaciones entre jugadores y técnicos de la selección con Miguel Rodríguez Orejuela, jefe, junto a su hermano, del cartel de Cali. Los estrechos lazos entre los capos y los jugadores quedaron en evidencia a su regreso de Estados Unidos después de la estruendosa eliminación del conjunto al que se le había augurado una mejor labor en el Mundial que está a punto de concluir."Pocas horas después de su llegada al país, varios jugadores se comunicaron con Miguel Rodríguez Orejuela. Los diálogos giraron en torno de lo que había acontecido en el interior del equipo durante la disputa del Mundial. Terminaron cuando don Miguel les ofreció generosamente un dinero para que pasaran bien sus días de vacaciones", afirma la revista mencionada que cita fuentes de organismos de seguridad que interceptaron llamadas telefónicas de jugadores y miembros del cuerpo técnico.

Según la publicación, la relación entre los Rodríguez Orejuela y los directivos del fútbol colombiano se extiende hasta Francisco Maturana, director técnico de la selección hasta el campeonato, quien prepara las maletas para asumir el cargo de entrenador del Atlético de Madrid. "En noviembre del pasado año Maturana sostuvo una charla durante 45 minutos con Miguel Rodríguez", en la que se abordó el asunto de la corrupción del torneo profesional y durante la cual el técnico expresó temores por su vida y la de miembros de su familia. "Rodríguez lo tranquilizó y le ofreció protección tanto para él como para la nómina del América", indica Semana.

Los hermanos Rodríguez Orejuela, señalados jefes del cartel de Cali, son los principales accionistas del Club América de esa ciudad, según un facsímil de la composición accionarial del equipo publicado por el semanario. El informe se remonta a los orígenes de la filtración de dinero caliente en el deporte más popular y rentable del país, desde 1978, cuando la familia Rodríguez Orejuela que ya controlaba una de las más poderosas organizaciones de tráfico de cocaína adquirió acciones en el Club América, que un año después se coronó campeón del torneo profesional.

Por aquella época, en la que la tolerancia generalizada dejó correr sin mayores problemas el dinero de la droga en distintos sectores de la vida colombiana, otros equipos también pasaron a manos de la mafia. Tal es el caso del Club Millonarios de Bogotá, comprado por el entonces jefe militar del cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha, El Mexicano, asesinado a finales de 1989 y cuyos herederos son actualmente los mayores accionistas del equipo.

Diez días después del crimen de Escobar persisten las voces que aseguran que su muerte obedeció a designios de las organizaciones clandestinas que rondan los estadios. La propia ministra de Educación, Maruja Pachón, ha puesto en duda el carácter "circunstancial" que la fiscalía y la policía dieron al asesinato de Escobar. El alcalde de Barranquilla -la cuarta ciudad del país-, el sacerdote salesiano Bernardo Hoyos, se ha mostrado públicamente convencido de que el defensa Escobar fue asesinado por las mafias.

Por su parte, el director de los servicios de seguridad, Fernando Brito, ha reconocido que se investiga la relación entre las organizaciones del narcotráfico y los equipos.

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