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MUNDIAL 94

Demasiadas gallinas

Alemania vive perpleja la eliminación de su selección

Perplejos y sin palabras se quedaron los alemanes tras la inesperada derrota ante Bulgaria. Queda abierto el debate sobre la renovación del equipo nacional y el seleccionador Berti Vogts no parece inclinado a dimitir, mientras su antecesor Franz Beckenbauer asegura que no volverá a ocupar el cargo. La mayoría de las críticas se concentran sobre el centrocampista Andreas Moller.El cabezazo del calvo Letchkov, que juega en la Bundesliga, el mismo que había provocado un penalti Ue los que casi nunca se pitan, dejó casi sin habla a los comentaristas de la segunda cadena pública alemana (ZDF), hasta el extremo de que dio la impresión de que se había producido un corte del sonido. Con letras del tamaño de una mano, el sensacionalista Bild Zeitung apareció ayer con el titular "¡Raus! (Fuera). Berti eso fue todo. En tres minutos todo perdido". " 1-2: se acabó el sueño" titulaba también con letras enormes Express en primera página. Más cruel fue la broma de un reportaje en la televisión con el sonido legendario del locutor Herbert Zimmermann en la final del mundial de 1954, cuando hace 40 años Alemania quedó campeón del mundo tras derrotar (3-2) a Hungría en Berna. Los gritos desaforados del Matías Prats alemán, que gritaba "¡Aus!, ¡aus!, das Spiel ist aus!" (Se acabó, se acabó, se acabó el partido) los mezclé la televisión con las imágenes de los alemanes por los suelos tras la derrota ante Bulgaria. No podía representarse de forma más palpable el contraste entre los héroes de Berna, símbolo de la primera victoria de Alemania tras la derrota en la guerra, con la de esta nueva colección de figuras prepotentes y arrogantes.

"Había entre los nuestros demasiadas gallinas", titula en sus páginas interiores Bild con una cita del entrenador Rudi Gutendorf. También se puede traducir por maricas o por cobardes la expresión empleada por el ex-entrenador del Valladolid, al comentar el partido contra Bulgaria: "Los búlgaros eran hombres auténticos y entre los nuestros había demasiados maricas". Durante las tres semanas transcurridas desde el inicio del Mundial apenas llegaron a Alemania informaciones sobre las peleas, rencillas y escandaletes dentro de la selección. Formación de clanes con los viejos por un lado y los jóvenes por otro; líos con las esposas de los futbolistas; expulsión de Stefan Effenberg del equipo por mostrarle el dedo corazón estirado a los hinchas alemanes que le abucheaban y hasta una disputa sobre una posible dimisión de Berti Vogts en vísperas del partido contra Bulgaria. No faltó nada para alterar la paz de la concentración, pero no se trataba de hechos inéditos. En el Mundial de España el consumo de vino y compañía se medía en litros y las timbas en Gijón duraban hasta la madrugada, pero el equipo llegó a la final. En México varios futbolistas se escaparon en busca de sexo pagado y el portero suplente Stein calificó de "payaso" a Beckenbauer y también llegaron a la final.

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