El G-7 aboga por mantener un crecimiento sin inflación y acelerar la reforma laboral
Los líderes de las siete potencias económicas enviaron ayer un mensaje de próspero crecimiento sin ofrecer soluciones a la inestabilidad cambiaria que azota los mercados financieros ni recetas nuevas para luchar contra el desempleo. El G-7 se compromete a garantizar un crecimiento estable no inflacionista. Y para que esta recuperación tenga un mayor impacto en el empleo, ha decidido acelerar las actuales reformas laborales para que se consiga cuanto antes una mejora en la educación y la formación profesional y se eliminen las rigideces al despido y las excesivas regulaciones para la contratación. La ratificación de la Ronda Uruguay para la liberalización del comercio mundial también es fundamental para garantizar este crecimiento. El comunicado final no menciona al dólar, que ha caído a mínimos históricos frente al yen, y resuelve la inestabilidad financiera con un nuevo llamamiento a la cooperación entre las autoridades para "responder a la creciente integración de los mercados financieros".Los siete culminaron ayer su cumbre económica en Nápoles con un vago comunicado que apenas implica nuevos compromisos, en el que se enfatiza la buena salud de la economía mundial y la necesidad de crear más empleo.
El empleo ha sido la gran apuesta de la cumbre y la cuestión que más consenso ha encontrado. El Grupo de los Siete reconoce que el par ' o es demasiado alto en sus fronteras. Considera "inceptable" que en sus países haya más de 24 millones de personas -la mayoría de, ellas, en Europa- que no encuentran un puesto de trabajo y les preocupa, además que el problema afecte principalmente a los parados de larga duración y los jóvenes. Para luchar contra ello, proponen recetas poco novedosas con respecto a las ya mencionadas en la cumbre de Detroit y la OCDE:
- Aumentar la inversión en capital humano, mejorando la educación y la formación, facilitando la transición de la universidad al trabajo y creando una cultura de aprendizaje permanente.
- Reducir las rigideces laborales que aumentan los costes del trabajo o. frenan la creación de empleos, eliminar las excesivas regulaciones y asegurarse de que los costes indirectos del trabajo se reducen.
- Aplicar políticas activas en el mercado de trabajo para agilizar la búsqueda de empleo.
- Impulsar las nuevas tecnologías.
- Promover la creación de empleo en nuevas áreas, como la calidad de vida y la protección del medio ambiente.
Abundar en la apertura de los mercados es el otro gran objetivo que recoje el comunicado. "La apertura de los mercados impulsa el crecimiento, crea empleo y aumenta la prosperidad".
El gran ausente del comunicado ha sido el dólar. No se hace mención de la crisis de la divisa, en contra de lo esperado por los mercados y de lo que pretendía Japón, cuyas exportaciones pierden competitividad a medida que se aprecia el yen. Europa se ha desentendido de la crisis del dólar y responsabiliza de la misma a la beligerante política comercial de Washington.
Pero no por ello, los líderes mundiales se han abstenido de hablar de la divisa estadounidense. En una conferencia de prensa posterior a la lectura del comunicado, el anfitrión, Silvio Berlusconi, admitió que, "naturalmente", se ha hablado de las oscilaciones de los tipos de cambios, pero añadió: "Es una materia que hemos considerado peligrosa para ser tratada fuera de la discreción de un diálogo entre pocos. Se ha decidio mantener una reserva sobre este tema". El propio secretario del Tesoro estadounidense, Lloyd Bentsen, que antes y durante la cumbre ha insistido en la inconveniencia de coordinar a una acción común para sujetar al billete verde, aseguró que los ministros de Finanzas del G-7 han coincidido en afirmar que ún dólar más fuerte sería deseable.
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