Italia planteará al G-7 la necesidad de que Argel negocie con los integrístas
Silvio Berlusconi confirmó ayer que en la cena de esta noche -cuando el presidente ruso, Borís Yeltsin, se una al Grupo de los Siete para participar en el debate político- planteará el problema de Argelia, donde siete marinos italianos murieron degollados en la noche del miércoles al jueves mientras dormían en su barco, anclado en el puerto de Jijel, presuntamente por terroristas islámicos. El presidente del Gobierno italiano ha invitado públicamente al primer ministro argelino, Mokdad Sifi, a "abrir una negociación sin límites ideológicos con los integristas musulmanes".
Este planteamiento, puede implicar dife-pencias entre los ocho, ya que, mientras el presidente norteamericano, Bill Clinton, ha tendido a fomentar la apertura al diálogo del Gobierno de Sifi con los integristas, con una orientación similar a la sugerida ahora por Berlusconi, Francia ha apoyado, al menos hasta ayer, la línea, de firmeza del régimen argelino que, con el golpe de mano de enero de 1992, frustró el éxito electoral de los radicales argelinos.Berlusconi, tras entrevistarse ayer por la mañana con Clinton, afirmó que, en el encuentro bilateral, no se había hablado de este asunto. Mitterrand, que dedicó buena parte de su jornada a recibir un doctorado honoris causa de la Universidad de Nápoles, fue el líder que menos participó en encuentros bilaterales.
A los italianos, la inclusión del tema argelino en la cumbre les resulta tan natural como sospechosa las circunstancias del atentado: los terroristas atacaron contundentemente un objetivo italiano precisamente el día en que Berlusconi daba la salida a la reunión de los siete en Nápoles, la capital regional a la que pertenecían cinco de los siete asesinados.
Ese es el motivo de que los cadáveres de las víctimas fueran repatriados anoche precisamente a Nápoles, donde el ministro italiano de Exteriores, Antonio Martino, tenía previsto interrumpir la cena con sus colegas de la cumbre para recibir los restos mortales, o, al menos para rendirles homenaje después de que hubieran sido colocados en el hangar donde se instalaría la capilla ardiente.
Martino convocó el jueves, al tener las primeras noticias sobre el atentado, al embajador argelino en Roma para pedirle que su Gobierno "garantizara una tutela adecuada de los ciudadanos extranjeros presentes en territorio argelino".
La comunidad italiana en Argelia consta actualmente de unas 650 personas. El Gobierno italiano acaba de suspender los permisos para enviar más trabajadores al país magrebí.
Nuevas amenazas
Precisamente ayer se supo en Argel que un grupo de industriales italianos dedicados al comercio y la extracción del coral, residentes en la ciudad de Anaba, situada a unos 600 kilómetros al este de Argel, han sido amenazados por el movimiento radical integrista Grupo Islámico Armado (GIA) para que abandonen inmediatamente sus actividades en la zona, informa desde la capital argelina Ferran Sales.
La noticia de este ultimátum integrista, que no ha sido oficialmente confirmada, fue difundida ayer por medios de la comunidad italiana, que aseguraron que siete de estos industriales se disponían a abandonar la ciudad de Anaba y concentrarse inmediatamente en un hotel de la capital, siguiendo así instrucciones impartidas por su embajada.
Mientras tanto, el portavoz en el extranjero del Frente Islámico de Salvacion (FIS), Rabali. Kebir, aseguró en un comunicado dirigido ayer a la agencia France Presse en Bonn que "condena. firmemente" la matanza del puerto de Jijel. Kebir afirma que se trata de un "acto terrorista", y evoca implícitamente la posibilidad de una responsabilidad de las autoridades de Argel en los ase sinatos al afirmar: "Pensamos que este crimen que se produce en vísperas de la reunión del G-7 en Italia fue perpetrado para intentar convencer a los siete países más industrializados de apoyar económicamente al poder dictatorial [argelino] en quiebra".
Por otra parte, en las próximas horas los embajadores comunitarios en Argel se reunirán para examinar la situación de la seguridad de sus connacionales, según se asegura en círculos diplomáticos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.