Roberto Baggio

Fue en el Italia-Noruega. Benarrivo, un lateral que sustituía a Tasotti era ajeno, por tanto, a la histórica línea de cuatro del gran Milan, se quedó enganchado en una jugada de fuera de juego. El resultado fue una salida desesperada de Paglitica, que evitó el gol pero fue expulsado. Sacchi tenía que retirar algún jugador de campo para dar entrada al portero suplente, Marchegiani; penso en más de 70 minutos en inferioridad numérica frente a un equipo de gigantones y cortó por donde nadie esperaba: Roberto Baggio. Fue la bomba. Italia ganó el partido y pudo respirar. Un fracaso le hubiera hecho saltar del puesto por sacrílego.Y es que Baggio es el favorito y tiene motivos para serlo. Hijo de un juguetero de Caldonio (cerca de Vicenza, 18-2-67) es talento puro. La vida le ha ido haciendo un superprofesional (su traspaso de la Fiorentina a la Juventus, 1.600 millones, fue récord mundial en su día), pero no deja de contemplar el fútbol con una mirada adolescente y agradecida. Dice que su mejor partido de nunca lo jugó en los alevines del Caldonio (seis goles en un 7-0) y cuando puede aún va a ver partidos de su modestísimo primer equipo. Dice que debe su carrera al cirujano francés monsieur Bousquet, que le operó de rotura completa de ligamentos cruzados cuando era jugador del Lanerossi de Vicenza, y al ya fallecido presidente de la Fiorentina Pier Cesare Baretti, que llevó adelante su fichaje cuando aún se reponía de aquella lesión.
En la Fiorentina, equipo esteticista por excelencia (¿recuerdan a Antognoni?) le amaron sin límites. Su traspaso a la Juventus (la FIAT, el dinero, la ausencia de romanticismo ... ) provocó movilizaciones populares. La primera vez que le tocó visitar a los suyos como jugador de la Juve se produjo un penalti a favor de este equipo que podía significar el empate. Baggio era el encargado de lanzar penaltis entre los suyos, pero se negó a hacerlos. Lo tiró De Agostini, en medio de un ambiente cargadísimo y falló. El entrenador, Trapattoni, se enfadó y sustituyó a Baggio, que cuando se retiraba recogió del suelo una bufanda de la Fiorentina y la anudó a su cuello.
Sacchi anuncia ahora a Roberto Baggio como titular ante los nigerianos y pronostica que lo va a bordar. Esperemos que así sea. Es Balón de Oro europeo y la FIFA le consagró como mejor jugador del mundo. Es talento en estado químicamente puro. Sentémonos ante el televisor a disfrutar.
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