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Entrevista:

"El gas es una energía de izquierdas"

La destreza conspirativa de Duran Farell conduce a un territorio fértil, el mismo que vertebra el interés catalán en la modernización industrial de España. Valedor apasionado del desarrollo sostenido, está convencido de que su sector hará compatible la generación energética con el interés por la ecología y la atención medioambiental: "Al fin y al cabo, será por algo cuando se dice que el gas es una energía de izquierdas".Partidario de la utopía responsable, su agitación alienta la retirada de las burocracias: "La empresa debe ir hacia el ideal de la no organización, no gubernamental según el concepto acuñado por Aurelio Pecci, fundador del Club de Roma". Poco antes de conocerse la integración de Enagas en Gas Natural abandonó el mecenazgo. Sus colaboradores mas íntimos presumieron con acierto el regreso del negociador vietnamita.

Pregunta. La constitución del gran grupo gasista tiene al sector público y a La Caíxa como grandes accionistas. ¿Es lógico que un grupo financiero privado encabece el núcleo patrimonial del sector del gas a escala nacional?

Respuesta. La estructura accionarial de Gas Natural SDG es en realidad mitad pública, esto es Repsol -aunque ya privatizada en un 60%-, y mitad privada, o sea, La Caixa y unos 23.000 pequeños accionistas, lo cual se traduce en una composición del consejo cuya mitad es a propuesta de Repsol y la otra mitad a propuesta de La Caixa. Por otra parte, el 91% del capital de Enagas pertenece a Gas Natural SDG y la mitad de los miembros de su consejo está propuesta por Repsol y la otra mitad por La Caixa, más otro consejero pro puesto por el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), que posee el 9% de Enagas. Y esta presencia del Estado en la compañía de cabecera, en Enagas, tiene todo el sentido y la lógica del mundo ya que las grandes decisiones de Enagas pueden tener un claro contenido estratégico.

P. ¿La absorción de Enagas tiene una lógica más industrial que financiera?

R. No es absorción. Enagas conserva plenamente su personalidad jurídica, y con el 91% en manos de Gas Natural SDG se garantiza la integración funcional y de objetivos necesaria para constituir un grupo empresarial de escala suficiente para ser, además, ampliamente competitivo en un contexto internacional. Es, por tanto, una lógica esencialmente industrial para grandes objetivos, generadora de una positiva lógica financiera y económica para alcanzarlos.

P. Inicialmente se pensó en fusionar las dos empresas. ¿Era la propuesta de Repsol y concretamente la de su presidente, Óscar Fanjul?

R. Lo que se pensó en todo momento fue la integración Gas Natural SDG-Enagas. No hubo propuestas concretas previas de nadie en particular, sino el examen conjunto por nuestra compañía, el INH, Repsol y La Caixa de distintas soluciones posibles. Quedaron finalistas, por decirlo así, la fusión y la compra de una mayoría de control de Enagas, y esta última es la que se ha realizado.

P. Pero el diseño que quería Repsol incluía primero la fusión y después la privatización de una parte del capital a través de Bolsa. ¿Se pretendía distribuir paquetes entre grandes Bancos (Santander, BBV, Central Hispano, etcétera)?

R. Yo no sé lo que quería o no quería Repsol. Lo que sí sé es que INH, Repsol, La Caixa y la compañía examinaron las soluciones posibles sin condicionantes previos de ninguna clase. Una vez acordada ya la solución de compra, puedo decirle que personalmente pienso que esta solución es mejor que la de fusión porque, entre otras cosas, mantiene la separación jurídica de la cabecera del sector, esto es, Enagas, de la distribución, o sea, de Gas Natural SDG y, por tanto, conserva también desagregadas las partes básicas -producción / distribución- de la estructura gasista. De esta manera, cumpliremos mejor lo que vaya decidiendo la Unión Europea sobre este tipo de estructuras.

P. ¿Es cierto que usted se oponía a la fusión porque La Caixa perdía peso?

R. La fusión hubiese supuesto la pura y simple disolución en el capital de la empresa fusionada del núcleo duro, representado por la estructura accionarial inicial de Gas Natural SDG constituida por Repsol, La Caixa y más de 23.000 pequeños accionistas que resumen más que nadie una ejemplar actitud de fidelidades históricas, en el sentido más amplio, que hay que preservar celosamente como un gran activo intangible de la compañía.

P. ¿En qué medida han intervenido el presidente del Gobierno, Felipe González, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, en la integración de Enagas en Gas Natural SDG?

R. Ambos presidentes han seguido la evolución de este asunto por su evidente potencial de interpretación política, ya que representaba un intento de integración de conceptos y de actitudes que desgraciadamente han estado enfrentados en nuestra historia energética y no energética de las últimas décadas.

P. La operación ha desatado también un debate político. El PP e IU la engloban en la llamada cuota catalana.

R. Creo, sencillamente, que es por falta de información suficiente y correcta.

P. ¿Por qué el Estado ha de correr con los gastos del gasoducto del Magreb cuando Gas Natural SDG será la gran beneficiaria de esta operación?

R. El Estado no corre con los gastos del gasoducto del Magreb. Lo que se ha hecho exclusivamente, por razones técnico-financieras, es una segregación temporal de las inversiones de Enagas en el tramo extrapeninsular del gasoducto, o sea la travesía de Marruecos y del estrecho de Gibraltar.

P. El Ministerio de Industria valoró Enagas en 100.000 millones de pesetas. ¿Por qué se redujo después el precio?

R. No ha habido ninguna reducción. Las primeras cifras se referían a la previsión de los recursos propios o valor patrimonial contable de la empresa Enagas. El valor económico tiene mucho menos que ver con la contabilidad que con la capacidad futura de la empresa de generar beneficios. El valor de Enagas, determinado después por cinco consultores, se situó en 53.600 millones de pesetas, una vez deducida la deuda actual de la empresa, que es de 61.000 millones de pesetas.

P. ¿El precio del gas magrebí enfrenta a eléctricos y gasistas, dos viejos contrincantes?

R. La tarifa establecida para generar electricidad con gas, decidida por Industria es razonables.

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