Christopher defiende en el Senado su política en las crisis de Haití y Corea
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, defendió ayer ante el comité de relaciones exteriores del Senado la política seguida por su departamento en las crisis de Corea del Norte y Haití. Reiteró que "el interés, la voluntad y la determinación" de su Gobierno es obtener la desnuclearización de la península coreana y el retorno de la democracia en Haití, que equivale a la reposición en el poder del presidente exiliado, Jean-Bertrand Aristide.
Chistopher se mostró esperanzado ante las conversaciones con Corea del Norte, que se desarrollarán a finales de julio, en un momento que calificó como "favorable", pero advirtió al régimen de Pyongyang contra la tentación de usar el diálogo para ganar tiempo. En ese caso, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que se pondrían en marcha de inmediato las sanciones propuestas a la ONU.En el caso de Haití fue rotundo. "Nuestros intereses son claros", dijo Christopher: "Mantener la estabilidad de nuestro hemisferio, promover la, democracia y encontrar una solución humanitaria al problema de los refugiados". El secretario de Estado insistió en que el objetivo de Washington es "devolver la democracia a Haití" y eso significa devolver al poder a Jean-Bertrand Aristide, en el exilio en Estados Unidos desde 1991.
Christopher evitó pronunciarse sobre la eventualidad de una acción de fuerza. Simplemente dijo que las sanciones impuestas a Haití (un embargo total) necesitan más tiempo para obligar a los golpistas haitianos a abandonar el poder. No ocultó que existe una gran preocupación en el Gobierno por el aumento de la inmigración ilegal y casi suicida de haitianos. "La represión del régimen ilegal de Haití es el que está causando el éxodo de refugiados". En los últimos cuatro días, 2.500 personas han huido de Haití a bordo de pequeñas embarcaciones.
Ante esta oleada, Clinton se vio obligado a autorizar la reapertura de un improvisado campamento en la base naval de Guantánamo, en Cuba. Clinton al final ha tenido que acudir a los métodos de Bush, que tanto criticó en la campaña.
Por otra parte, en Puerto Príncipe se produjo ayer una manifestación de 40 políticos de la izquierda y activistas democráticos en apoyo de Aristide. Anteriormente, en una rueda de prensa, anunciaron la formación de un nuevo partido cuyo objetivo será facilitar el regreso del presidente exiliado. Es la primera vez en un año que se produce un desafío así al régimen militar.
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