¿Ejércitos? No, gracias

Somos jóvenes aragoneses presos en la cárcel provincial de Torrero, en Zaragoza. Nuestro delito es negamos a colaborar con un ejército que creemos insolidario y prepotente. Un ejército en el que su única función es establecer y seguir manteniendo un nuevo muro de la vergüenza. Un ejército que sirve para mantener este nuevo orden mundial dominado por nuestros amiguitos de América del Norte, en el que los países del Sur sufren cada día más la miseria y el abandono de sus compañeros del Norte, países que han sido y son explotados constantemente por sus vecinos de arriba.Se nos acusa de ser insolidarios, de no querer colaborar con este Estado, y nosotros nos declaramos culpables. No queremos ser cómplices de una sociedad que carece de valores, en la que la solidaridad es una palabra sin significado que sirve para tapar vergüenzas como la del genocidio del pueblo bosnio o la de la guerra del Golfo. Queremos crear una sociedad en la que de verdad se establezca una cultura de la paz, una sociedad. que no potencie la violencia como forma de solucionar conflictos, una sociedad en la que la palabra solidaridad sea una realidad- y tres firmas más.