Saavedra destituye fulminantemente a Zambrana como secretario de Estado de Administraciones Públicas
No hubo aviso. El cese, en la tarde del martes, del secretario de Estado para las Administraciones Públicas, Justo Zambrana, fue fulminante. El titular del ministerio, Jerónimo Saavedra, le llamó a su despacho y le comunicó, sin que mediaran explicaciones, que ya tenía sucesor: Constantino Méndez, ex director del Instituto Social de la Seguridad Social y diputado socialista por Pontevedra, donde se le sitúa en el sector renovador gallego, enfrentado con el secretario general y alcalde de La Coruña, el guerrista Francisco Vázquez.El relevo, según fuentes gubernamentales, responde a "la intención del ministro Saavedra de dar un impulso a la reforma de la Administración".
Esa misma mañana, Justo Zambrana había ofrecido una conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados para replicar a la propuesta de ley del Gobierno del Partido Popular.
Las razones de la sustitución de Zambrana por Constantino Méndez están relacionadas con la intención del Gobierno de impulsar la reforma de la Administración, asignatura pendiente de los 12 años de gobiernos socialistas. El propio Felipe González ha manifestado reiteradamente que su mayor frustración era no haberla podido materializar.
Los titulares del departamento -Javier Moscoso, Félix Pons, Joaquín Almunia, Juan Manuel Eguiagaray y Jerónimo Saavedra- lo han intentado, sin que ninguna de las reformas propuestas haya cuajado. De todo modos, Justo Zambrana tiene una responsabilidad limitada en la gestión de la Administración pública. Fue nombrado secretario de Estado pór el ministro Juan Manuel Eguiagaray en marzo de 199 1, justo a los dos meses de la dimisión de Alfonso Guerra como vicepresidente del Ejecutivo.
Zambrana, natural de Badolatosa (Sevilla) y de 48 años, es licenciado en Ciencias Económicas, y en Filosofía y Letras. Aparece vinculado a Francisco Fernández Marugán, miembro de la ejecutiva del PSOE, y al ex ministro del Interior José Luis Corcuera, con el que compartió la etapa de UGT y los enfrentamientos con su anterior secretario general, Nicolás Redondo.
Es técnico superior de la Admnistración y fue el primer sindicalista liberado de España, hace más de veinte años. Al no haber logrado renovar su escaño por Cuenca en las últimas elecciones, solicitará su reingreso en la Administración.
Al nuevo titular le corresponde la responsabilidad directa e sacar adelante la ley de organización de la Administración que, entre otras cosas, aborda la reforma de la Administración periférica del Estado.
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