La maldición de África
El artículo del profesor Manuel Castells -EL PAÍS, miércoles 1 de junio de 1994- La maldición de África es el origen de mi reflexión.Los datos (PIB, PNB, analfabetismo, sida, mortalidad infantil, guerras civiles, etcétera), estremecedores, como siempre, denotan que África es el continente maldito.
La visión (del mundo) judeocristiana sobre África, sobre y en África, ha sido recurrente. Desde la Biblia hasta las soluciones enlatadas del Fondo Monetario Interilacional... y el artículo antes citado. África es la oveja negra, "aquella que no ha inventado ni la pólvora ni la computadora", aquella que hace falta reconvertir.
Como natural de un país de África, quiero pensar en voz alta. Y digo que la maldición de África es real como real es la quiebra de la visión antropológica judeocristiana. Me explico. En el pensamiento panteísta -y no animista, como suelen decir muchos-, que es el de mis antepasados en África, Dios no existe: no hay designios ni mandamientos.
El encuentro entre el monoteísmo judeo-cristiano (y quizá también musulmán) y el panteísmo-sin-dioses del Africa milenaria supondría un hecho paradójico en el universo simbólico y moral de los africanos: aceptar los designios y los mandamientos y seguir siendo panteístas-sindioses.
Ante la esclavitud, la colonización y la re-des-colonización, la maldición de África es una paradoja: ¿para qué sirven los designios y los mandamientos si sólo es para servir al dios judeocristiano? ¿Es posible la re-paganización de África?
La maldición de África sólo se entiende como un contra-designio. Toda la humanidad debe estar preocupada. Si de todos no sale la solución, África volverá a ser totalmente panteísta, peligrosamente pagana.-
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