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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Teoría y Praxis

Tras leer la noticia publicada en su diario el sábado 18 de junio de 1994, en el suplemento Madrid, sobre la detención de "un presunto líder filonazi de las Bass Autónomas" (ya que a la prensa, según de quién se trate, a veces se le olvida cuando informa respetar la presunción de inocencia consagrada en nuestra Constitución en el artículo 24), vemos con estupor el nombre de nuestra asociación cultural mezclada en unos hechos y sucesos que a nadie más que al juez corresponde enjuiciar y que están sometidos a un proceso judicial y, por ende, bajo secreto sumarial.Para empezar, la asociación cultural Teoría y Praxis existe desde el año 1988, cuya legalización, con fecha de 17 de junio de 1988, se produjo por parte del juez decano de Madrid. En segundo lugar, tal asociación está legalmente inscrita en el Registro de Asociaciones Estudiantiles desde la referida fecha. En tercer lugar, venimos presentando cuantos documentos se nos solicitan desde las instancias académicas (véase vicerrectorado de alumnos de la UCM), y los socios y la memoria de actividades correspondientes a este último curso académico fueron entregados el 25 de enero de 1994. En cuarto lugar, la asociación cultural Teoría y Praxis cuenta con una junta directiva en la cual no participa ni como presidente ni como nada don Ignacio A. G. Así pues, no sabemos qué aviesas intenciones les llevan a inflar el globo contra una persona que, mientras no se demuestre lo contrario, es inocente y contra una asociación legalmente constituida, con una larga trayectoria impecable de buen hacer en favor de la inquietud intelectual, el debate cultural y la pacífica convivencia que deben inspirar cuantas manifestaciones externas lleven a cabo los estudiantes.

Nuestros libros están a disposición de cuantas autoridades competentes nos los demanden, conforme a derecho y de oficio por su profesión, pero no estamos dispuestos a servir de carnaza a periodistas que dolosamente confunden el derecho a la información con el derecho a la manipulación y el deber de informar con el de juzgar y difamar gratuitamente.- .

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