Belloch desata la ira del PP al acusar a Ramallo de seguir la estrategia de Roldán

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se convirtió en la estrella parlamentaria de la tarde de ayer tras provocar las iras del Grupo Popular cuando espetó al diputado Luis Ramallo que estaba "sirviendo objetivamente de cómplice a la estrategia de un presunto delincuente" en referencia al ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán. Ramallo había preguntado al ministro si podía garantizar que ningún alto cargo del Ministerio del Interior se había lucrado con sobresueldos procedentes de los fondos reservados.

El ministro respondió primero a una pregunta del diputado de IU Antonio Romero y se negó a comentar la veracidad de la carta enviada por Roldán al diario El Mundo. Belloch levantó luego la sorpresa de la Cámara al asegurar que su antecesor en Interior, Antoni Asunción, destruyó todas las cartas y notas que le remitió Roldán. Belloch siguió siendo interrogado por la diputada de ERC Pilar Rahola y explicó que los ministros filtran la correspondencia que les llega para el presidente del Gobierno y que a la derecha de su mesa el titular del Interior tiene una trituradora de papel a la que envía todo aquello que entiende debe ser destruido por seguridad.Le llegó el turno a Ramallo. En su primera respuesta, el ministro contestó con laconismo que no pensaba hacer ningún tipo "de declaraciones ni comentarios sobre fondos reservados". Ramallo le replicó que podía encontrarse en la misma desairada situación que el ex ministro del Interior, José Luis Corcuera; el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, o el "ilegal don Eligio" -en referencia al ex fiscal general del Estado Eligio Hernández-, quienes en su día hicieron manifestaciones en favor de la honestidad de Roldán.

El ministro buscó el cuerpo a cuerpo parlamentario y se dirigió a Ramallo para preguntarle: "¿Usted se cree que el señor Roldán se ha hecho rico con los fondos reservados?; si es así lo lamento por la salud intelectual de su señoría". Inmediatamente, el ministro acusó a Ramallo de "estar sirviendo objetivamente de cómplice a la estrategia de un presunto delincuente".

Abucheos

En ese momento, los ánimos en los escaños del Grupo Popular se encresparon y se sucedieron los gritos y abucheos, aunque sin llegar a oírse ningún insulto. El presidente del Congreso, Félix Pons, tuvo que emplearse a fondo para tratar de restablecer el orden. Belloch añadió leña al fuego al asegurar que "a partir de su error estratégico de pedir elecciones anticipadas...". Los gritos volvieron a arreciar.

Con menos algarabía, pero con mayor dureza de fondo, el diputado popular Federico Trillo preguntó al ministro por las razones que habían llevado al Gobierno a nombrar a Eligio Hernández como fiscal general del Estado cuando el Tribunal Supremo ha fallado, finalmente, que su nombramiento fue ilegal. Belloch respondió que el Gabinete entendió en su momento que era la persona adecuada y sugirió a Trillo que esperase a que la sentencia esté redactada porque lo que se ha publicado son filtraciones".

Trillo replicó que la votación del pleno de la sala del Tribunal Supremo había sido un contundente 26 a 4 en contra de la legalidad del nombramiento de Hernández y argumentó que un nombramiento ilegal puede ser incluso un delito. "Elija usted si el Gobierno fue delincuente o ignorante", le espetó Trillo a Belloch, para acusarle como responsable del nombramiento de Hernández cuando Belloch votó a favor en el trámite del Consejo General del Poder Judicial, del que entonces era vocal.