"Prefiero el eje Madrid-Cuba al de Madrid-Maastricht"
Fenómenos como el madrileño-madrileño Aute, que junto a Silvio Rodríguez ha conseguido superar el disco de oro con un doble álbum grabado en septiembre pasado en la plaza de toros de Las Ventas, vienen a corroborar que el concepto de cantautor mantiene hoy plena vigencia. Eso, amén de contribuir decididamente a esa cosa llamada mestizaje musical, única tendencia capaz de remover el soso panorama actual de la todopoderosa industria del disco.
Pregunta. Para ser originales, hable de crisis en torno a la creatividad
Respuesta. Más que crisis, yo lo llamaría decadencia de las ideas o apatía imaginativa. Es la sensación de que, como está todo hecho, si se trata de hacer algo nuevo, no le va a interesar a nadie. Esto pasa en todo Occidente, que está culturalmente enfermo.
P. ¿Tienen relevo los cantautores?
R. No hace falta. En la actualidad, casi todos los intérpretes son responsables de lo que tocan y cantan. Desde que empezamos los de mi quinta, ha habido un proceso de cantautorización. Hombre, aquel cantautor vehemente que trataba de denunciar con sus letras es posible que haya desaparecido. Pero esto no implica que la denuncia no siga siendo necesaria. Hoy, tanto o más que antes, se escuchan canciones fuertemente cuestionadoras de todo.
P. No obstante, ¿perviven las contradicciones ideológicas?
R. Imagino que para los que estén vinculados a determinados credos políticos. Mi manifestación artística siempre sale de la necesidad de denunciar o de celebrar algo, y en ese sentido me siento bastante próximo al que fui hace veinte años.
P. ¿Aumentan las contradicciones al entroncar con un personaje como Silvio Rodríguez?
R. No, porque nos unen muchas más cosas que las que nos separan. Silvio, al igual que yo, es también un gran escéptico, y a la vez tiene una gran fe en el ser humano. Él es más positivista que yo, pero eso debe ser cosa del Caribe.
P.¿Se afianzan los lazos del eje Madrid-La Habana?
R. Ojalá. Yo lo prefiero al eje Madrid-Maastricht.
P. ¿De dónde procede esa afinidad con Cuba?
R. Siempre ha habido una relación muy estrecha, y no me extraña, porque es una isla preciosa. Es la perla del Caribe, y es casi imposible sustraerse a sus encantos. Aparte de que es un país con un acervo artístico fortísimo, tanto musical, como plástico, literario... Además, están muy locos, y a mí me gusta la gente así.
P. ¿Se impone, pues, el mestizaje cultural?
R. No hay culturas puras. Todas tienen orígenes dispersos, y lo trágico es cuando se pretenden puras. Entonces se mueren.
P. ¿Qué le dice el hecho de que usted y Silvio han superado largamente las 50.000 copias?
R. Me produce una gran alegría, porque quiere decir que hay un tipo de canción que se mantiene viva. La edad media de los asistentes al concierto de Las Ventas fue de 25 años, y eso es muy halagador. Aparte de que puede ser indicativo de que existe cierto cansancio de ese producto musical de mercadotecnia; un cierto agobio con respecto a la música-basura. Eso hace que el público trate de buscar otros timbres, otras armonías, y me parece muy saludable.
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