No improvisaba
El pasado día 11 de junio, en el artículo sobre la campaña electoral de Izquierda Unida en Andalucía se comenta cómo un hombre de edad (se supone que avanzada) apoyaba a Julio Anguita en su intervención."Ese mismo hombre", se afirma, "había improvisado poco antes unos ripios: 'El obrero miserable, / que el voto vende al burgués, / nuestro desprecio merece / por su infame proceder".
No improvisaba.
En febrero de 1936, en la campaña del Frente Popular para las elecciones, los militantes socialistas (aquellos mismos que apoyarían a la UHP -Unidad de Hermanos Proletarios- y que combatirían, junto con los comunistas y los republicanos, la subversión fascista que originó la guerra civil) entonaban una combativa canción para estimular el voto militante, con el siguiente texto:
"A las urnas, socialistas, / que el triunfo nuestro ha de ser; / peleemos con denuedo. / ¡Adelante hasta vencer! Triunfen nuestros candidatos, símbolos de la igualdad, / y se hunda la burguesía / con todo su capital. / ¡Vamos a las urnas!, / A las urnas vamos con dignidad / a vencer a los tiranos / de nuestra libertad. / El obrero miserable, / que el voto vende al burgués, / nuestro desprecio merece / por su infame proceder, / pues vendiendo su sufragio / al infame explotador / hace retrasar el día / de nuestra ernancipación".
Probablemente ese "hombre de edad" tuviera memoria, aunque, desde luego, dudo de que pudiera reconocer en éstos a aquellos socialistas.
Por último, quisiera discrepar del juicio de valor implícito en la palabra ripios y que se aplica a "palabras o frases inútiles o superfluas que se emplean con el solo objeto de completar el verso". Esas palabras, desde luego, no fueron inútiles-
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