Frialdad contra exotismo
Una Suecia en alza, favorita ante un Camerún de veteranos y noveles
Camerún protagonizó una de las mayores sorpresas del último Mundial, disputado hace cuatro años en Italia. Abrió el campeonato con un triunfo en el encuentro inaugural nada menos que ante los entonces campeones del mundo, la Argentina de Diego Armando Maradona. El éxito siguió acompañando a la selección camerunesa y lo culminó hasta llegar a los cuartos de final del torneo. En cambio, Suecia fue uno de los grandes fracasados en Italia. Sin embargo, los escandinavos ahora parten como favoritos.En los últimos cuatro años, las dos selecciones han tomado caminos opuestos para su renovación. Camerún no ha sabido capitalizar los éxitos conseguidos en Italia y se presenta en Estados Unidos en pleno relevo generacional emprendido a última hora con cierto pánico, bastantes prisas e incluso con intervenciones políticas.
Camerún ha quedado a medio camino de su renovación y se presenta en estados Unidos con una plantilla pintoresca donde las fechas de nacimiento oscilan entre el 20 de mayo de 1952 de Roger Milla y el 1 de julio de 1976 de Rigobert Song Bahanag. Milla tenía 24 años y estaba en plena carrera cuando vio la luz el joven defensa del Tonnerre de Yaoundé.
Terapia de grupo
Henri Michel, el entrenador francés llamado, después de cuatro anos marginado del fútbol, a domar a los leones indomables, reconoce que pasar la primera ronda sería un éxito para su improvisada selección. El técnico sueco Tommy Svensson no sólo confía en evitar el hundimiento de hace cuatro años sino que aspira a una larga estancia en los Estados Unidos.
Las actuaciones de Suecia en la Eurocopa de 1992, disputada en su terreno, prometieron un futuro más feliz, aunque el problema de Svensson es que posee un notable equipo sin tener una notable plantilla, capaz de mantener el mismo nivel durante un torneo intensivo. Le falta cobertura, sobre todo en la defensa, y la lesión sufrida a última hora por Jan Erikson ha sido un golpe muy duro.
La mala noticia provocó una llamada que despertó a las siete menos cuarto de la mañana del pasado jueves a Teddy Lucic. El defensa del Vastra y capitán de la selección Sub 21 dormía sin sonar que sería el último de los 528 protagonistas en aterrizar en los Estados Unidos.
Los cameruneses, mientras tanto, se apoyan en su habitual terapia de grupo para sacar el barco a flote. Durante los últimos días sus reuniones han sido más largas que sus entrenamientos y su actuación en este mundial depende de su capacidad para recuperar la fuerza colectiva que le empujó hasta el éxito hace cuatro años.
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