Más de 1.000 accionistas de Grand Tibidabo se han agrupado ya para exigir responsabilidades a De la Rosa
Los pequeños accionistas de Grand Tibidabo han tocado a rebato tras conocer el contenido del informe de auditoría de la sociedad elaborado por Ernst & Young. Unos 1.000 accionistas -del total de 9.000 que se reparten en torno al 70% del capital de la sociedad- ya han encargado a varios despachos de abogados de Barcelona la preparación de diversas ¡niciativas, entre las que se encuentra la posible presentación de una acción de responsabilidad social.Mientras tanto, De la Rosa y su equipo continuaban ayer sus esfuerzos para obtener dinero con el que pagar los intereses de sus obligaciones, 406 millones, vencidos el pasado día 8 Grand Tibidabo se comprometió ante la Comisión de Valores (CNMV) a efectuar ese pago hoy viernes, pero las fuentes consultadas han afirmado que eso no será posible al al aber fracasado las negociaciones con La Caixa para obtener un crédito.
A De la Rosa le queda la posibilidad de vender alguno de los pocos activos que quedan en la sociedad. Respecto al parque de atracciones Tibidabo, en Barcelona, la sociedad ha encargado a Axel Group que busque un comprador y ha entrado en contacto con Mercapital y el grupo de máquinas recreativas de los hermanos Lao. En el caso de Guadalmina, el proyecto está en una fase que hace inviable su venta. Finalmente, queda la empresa juguetera Diset, cuya venta se intenta cerrar durante este fin de semana.
Las reacciones al informe de auditoría no se han limitado sólo a los pequeños accionistas. Las sociedades de bolsa han expresado su indignación a la vista de la gestión desarrollada por el financiero. XavIer Martí, analista financiero y presidente de una sociedad de valores que tiene depositado un importante paquete de acciones de Grand Tibidabo, ha señalado que, "a la vista de lo expuesto en la auditoría, el valor liquidativo de la sociedad es de tan sólo 12.000 millones de pesetas, y aún debería descontarse a esa cifra los 6.700 millones de las obligaciones convertibles". Según Martí, la "crisis de liquidez que padece la sociedad indica que su equipo de gestión está quebrado y no puede asegurar su futuro".
Mientras tanto, la cotización de las acciones de la sociedad seguía desplomándose en Bolsa. En dos días, el precio por acción ha pasado desde las 100 pesetas en que cerró el martes a 85 pesetas el miércoles y 75 pesetas por acción al cierre de ayer, muy lejos de su valor nominal de 500 pesetas.
Como cada día, desde el 20 de mayo en que se realizó la última compraventa de acciones de Grand Tibidabo, se ofrecieron muchos títulos a la venta sin que apareciera ningún comprador.
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