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MUNDIAL 94

El impredecible Milutinovic

La selecccion de Estados Unidos navega en la indefinición de sus jugadores y de su técnico

A estas alturas el equipo norteamericano no tiene alineación titular. Pero tampoco una determinada disposición de sus líneas. No es el único equipo que sufre indeterminaciones; lo que aquí se suma, además, es el alarde que su entrenador yugoslavo, Bora Milutinovic, hace del arte de improvisar. Los entrenamientos son convocados para una hora y los adelanta en dos. Tienen que durar 90 minutos y acaban a los tres cuartos o a las tres horas. Los cita para una pequeña charla y la convierte en un sermón.Sus manías alcanzaron el clímax, según algunas informaciones, cuando eliminó de la lista final a Amstrong, el veterano ídolo americano, porque se dice que no le gustaban las reuniones que en torno a la Biblia celebraba en su casa con parte del equipo. Actualmente su preferido es el portero Tony Meola, 25 años, que cuenta con un preparador especialista para él solo, Milutin Soskic, contratado en julio pasado. Tony Meola, como la mayoría del conjunto, tampoco entiende bien a su entrenador. En general, se ha creado en el equipo la conciencia de que se trata de un ser impredecible y, para algunos, de un talante genial.

La marcha del equipo no ha sido mala en la etapa preparatoria. Para su partido del sábado, en el recinto cerrado de la Silverdome de Michigan, la moral se alimenta con el recuerdo de su victoria sobre Inglaterra (2-0) y su reciente triunfo sobre México (1 -0) en Pasadena. El entrenador, de otra parte, exceptuando la supuesta intervención en el caso religioso de Amstrong, que él niega, no ha tratado de modificar las coloristas vidas privadas de los jugadores.

En el equipo no faltan aficiones diversas y dispersivas pero ha sabido aceptarlas como un americano más. El mismo Tony Meola, por mediación de su esposa, dispone de una oficina para negociar contratos con diferentes empresas.

Actualmente sus ingresos por exhibición de marcas, entre las que se cuentan Addidas y Reusch para los guantes, son de 500.000 dólares anuales, varias veces más de lo que ingresa jugando al fútbol. Meola es también copropietario de la revista Sidekicks, una entre las escasas publicaciones norteamericanas dedicadas al fútbol.

Galán en el área

Espectacular en su juego, galán en el área, Meola aspira también a reproducir su imagen en las pantallas. Su mujer, muy activa, no sólo le lleva las cuentas y le ha hecho grabar un videojuego. Le ha impuesto una dieta sin grasas para perder siete kilos y le imparte clases de arte dramático. Sin ir más lejos, este verano se verá a Meola aparecer, aunque de actor secundario, en su primera película titulada The desperate trail que promete ser una atracción acentuada por la popularidad del guardameta en el Mundial.

Igualmente el Mundial puede favorecer extradeportivamente a Alexi Lalas, tan buen futbolista como partidario de una vida sin programas. El temperamento accidentado de Bora Milutinovic se corresponde con la letra y la música de las canciones que interpreta Lalas, componente de un grupo rock a cuyos conciertos asiste en ocasiones el entrenador. El aspecto rockero de Lalas con su aderezo de melena y perilla dan cuenta sobre la cancha de sus aficiones en el exterior. Pero no se crea que ese desgarbo es un indicio de indisciplina.

La improvisación del míster o el llamativo aliño de algunos seleccionados no son signos de relajación. El equipo sigue conductas estrictas en sus cuidados físicos y, como se tendrá oportunidad de comprobar, las sesiones de los psicólogos los han mentalizado con un extraordinario afán de victoria patriótica. De ellos depende también que el fútbol sea más o menos en el futuro de Estados Unidos.

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